Persecutor perseguido (por Martin Dahms)
"El gobierno socialista de Zapatero sigue negándose a crear una oficina de información y ayuda a la que puedan acudir los familiares de las víctimas asesinadas; y mucho menos están dispuestos a buscar sus restos mortales por iniciativa propia. El propio Garzón suspendió sus diligencias dos semanas después de abrir el sumario al constatar que no era competencia de la Audiencia Nacional, sino de los juzgados provinciales españoles, realizar la búsqueda de las víctimas desaparecidas. Ahora, el Tribunal Supremo ha abierto un proceso contra Garzón: supuestamente habría sabido de antemano que estos crímenes no entraban en su ámbito de competencia, con lo que siete meses atrás habría incurrido conscientemente en una prevaricación. Así lo sostiene la querella presentada por la asociación ultraderechista 'Manos limpias', que desde hace años mantiene ocupada a la justicia con demandas contra todo aquel en quien sospecha una orientación política de izquierdas. Por lo general, estas demandas son rechazadas de inmediato, pero parece que ahora la asociación ha logrado que el Tribunal Supremo vea el caso. Detrás de esto posiblemente se encuentren motivos políticos: la mayoría de los jueces españoles son claramente conservadores y, con sus procesos de investigación judicial en casos de supuesta corrupción en el entorno del Partido Popular, Garzón se ha hecho muy poco popular entre la derecha española. 'Mientras los jueces discuten por sus competencias, los familiares de las víctimas se mueren sin haber obtenido justicia', denunciaba ayer Emilio Silva de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica. En su opinión, esto sería 'la justicia al revés'".