domingo, marzo 16, 2025
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El sector financiero quiere una regulación europea más simplificada

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Los actores del sector financiero llevan años señalando que el entramado regulador que rige su ámbito de actuación en la Unión Europea es demasiado complejo.

Los expertos abogan por un cambio que lleve a una regulación más sencilla y flexible, en la que haya un «horizonte claro». A fin de mejorar la competitividad de las entidades financieras europeas en un mercado que es cada vez más complejo.

Conclusiones de la mesa de debate del Instituto Español de Analistas

Durante una reciente mesa de debate organizada por el Instituto Español de Analistas, líderes del sector financiero discutieron la necesidad de una simplificación regulatoria en la UE.

Entre los participantes se encontraban Mirenchu ​​del Valle, presidenta de Unespa; Ángel Martínez-Aldama, presidente de Inverco; David Jiménez-Blanco, presidente de la Bolsa de Madrid; María Abascal, directora general de la Asociación Española de Banca (AEB); y Antonio Romero Mora, director corporativo de Servicios Asociativos y Recursos en CECA.

Martínez-Aldama enfatizó la urgencia de abordar este tema, señalando que Europa se encuentra en un momento crucial debido a los movimientos geopolíticos actuales. Según sus palabras, es imperativo que la región actúe de manera decidida y con una visión clara del futuro, buscando una simplificación que no implique actuar sin rumbo, sino con objetivos bien definidos.

Además, sugirió que esta simplificación debería ir más allá de la reducción de normativas, e incluir también una revisión de la estructura institucional de la UE, tanto en el ámbito legislativo como en el de supervisión. Áreas que, según él, podrían estar actuando más como obstáculos que como facilitadores del cambio.

En consonancia con esta perspectiva, otros líderes del sector han destacado la importancia de revisar y adaptar el marco regulatorio para fomentar la competitividad y eficiencia del mercado financiero europeo. La presidenta de Unespa, Mirenchu ​​del Valle, ha señalado que una regulación más sencilla y coherente podría facilitar la operativa de las entidades financieras y mejorar la oferta de servicios a los consumidores.

Iniciativas para la integración financiera

En respuesta a estas inquietudes, la Comisión Europea ha lanzado diversas iniciativas destinadas a fortalecer la integración del mercado de capitales en la UE.

Recientemente, España, junto con Alemania, Francia, Italia, Polonia, Países Bajos y Luxemburgo, ha puesto en marcha el Laboratorio de Competitividad.

Esta iniciativa busca profundizar en la integración financiera y facilitar la financiación de las empresas europeas. El primer proyecto de este laboratorio es la creación de un producto de ahorro paneuropeo, diseñado para canalizar fondos hacia el crédito al sector privado, apoyando así la transición digital y ecológica, así como el incremento del gasto en defensa.

La comisaria de Servicios Financieros, María Luís Albuquerque, ha respaldado esta iniciativa, destacando la necesidad de evitar la fuga de capitales europeos hacia inversiones más rentables fuera de la UE. Según Albuquerque, cada año se pierden alrededor de 300.000 millones de euros que podrían invertirse dentro de Europa, lo que subraya la urgencia de avanzar en la integración del mercado de capitales para mantener la competitividad económica del continente.

Desafíos en la regulación bancaria

La complejidad y fragmentación del marco regulatorio también afecta al sector bancario. La Directiva sobre Mercados de Instrumentos Financieros (MiFID), implementada para armonizar la regulación de los servicios financieros en la UE, ha sido objeto de debate en los últimos años.

Aunque MiFID buscaba establecer un conjunto único de reglas prudenciales para las instituciones financieras, su aplicación ha revelado desafíos relacionados con la adaptación de las entidades a las nuevas normativas y la necesidad de equilibrar la protección al inversor con la eficiencia operativa de las entidades financieras.

El Informe Liikanen, publicado en 2012, ya proponía reformas estructurales en el sector bancario de la UE para mejorar la estabilidad financiera y la protección al consumidor. Aunque algunas de estas recomendaciones se implementaron, otras quedaron pendientes, lo que, a juicio de los expertos, refleja la complejidad de armonizar las regulaciones en un mercado tan diverso como el europeo.

El papel de la Autoridad Bancaria Europea

Desde el sector financiero reclaman un mayor protagonismo de la Autoridad Bancaria Europea (ABE). Establecida en 2011, tiene como misión principal contribuir a la creación de un reglamento europeo único en el ámbito bancario.

Entre sus funciones se encuentra la realización de pruebas de resistencia a los bancos europeos, con el objetivo de aumentar la transparencia del sistema financiero y detectar posibles debilidades en la estructura de capital de las entidades.

La ABE también desempeña un papel crucial en la promoción de la convergencia de las prácticas de supervisión, garantizando una aplicación armonizada de las normas prudenciales en toda la UE.

Sin embargo, la eficacia de la ABE depende en gran medida de la cooperación y coordinación con las autoridades nacionales de supervisión, lo que añade un nivel adicional de complejidad al proceso regulatorio.

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