La actualización en las bases de la popular aplicación móvil podría infringir la legislación vigente en España respecto al derecho a la intimidad de los ciudadanos. La Agencia Española de Protección de Datos se suma a la iniciativa ya realizada por otros países para investigar los intercambios de información entre WhatsApp y Facebook tras la renovación de sus políticas de privacidad.
Desde la compra de WhatsApp por parte de Facebook en 2014, ambas compañías habían mantenido sus términos de uso y privacidad intactos. Hace poco más de un mes, la aplicación de mensajería móvil anunciaba mediante un comunicado oficial que empezaría a compartir con la red social datos y estadísticas de sus usuarios a razón de mejorar la experiencia de las aplicaciones. Desde la dirección hicieron especial hincapié en asegurar que los mensajes que fueran enviados a través de la aplicación se mantendrían 'cifrados de extremo a extremo', es decir, WhatsApp seguiría sin tener acceso a las conversaciones privadas. Pero estos cambios ponían en entredicho el derecho a la intimidad de los usuarios.
Para poder seguir utilizando los servicios que ofrecen estas empresas, los clientes se vieron obligados a aceptar este reajuste en las políticas de privacidad en un plazo de 30 días. Sin embargo, países como Alemania ya han abierto las primeras investigaciones contra la compañía que lidera Mark Zuckerberg, poniendo en tela de juicio si las transferencias de datos entre las dos empresas vulneran los derechos de los usuarios.
La intervención de la Agencia Española de Protección de Datos tiene como objetivo examinar si la nueva política de WhatsApp cumple con la legislación en vigor referente a la protección de datos y ejecutar las medidas judiciales correspondientes.
Los datos obtenidos por WhatsApp y transferidos a Facebook, la finalidad de tales informaciones y las opciones que tienen los usuarios para oponerse al traspaso de su información personal conforman los principales objeto de estudio de la investigación.
Darío Vázquez