La NASA ha dado a conocer su gran ‘líder’ para la próxima misión a Marte, que se llevará a cabo en el verano de 2020. Para este cometido la agencia espacial estadounidense incluirá una nave no tripulada, cargada de importantes mejoras, cuyo objetivo será el de buscar indicios de vida microbiana ancestral en algunas áreas del siempre curioso e inquietante planeta rojo.
Según el Laboratorio de Propulsión a Reacción (Jet Propulsion Laboratory en inglés) de la NASA, esta nave, sucesora del vehículo explorador Curiosity, está dotada de siete novedosos instrumentos, ruedas rediseñadas y más autonomía. El mes de su lanzamiento todavía no está confirmado; sin embargo, todo apunta a que se realizará en julio o agosto del 2020.
La NASA siempre ha puesto mucho empeño en analizar al máximo el cuarto planeta del Sistema Solar. La finalidad de esta nueva nave es la de estudiar a fondo toda la superficie y almacenar diversas muestras de suelo y roca. Estas muestras serán selladas por un sistema de almacenamiento en caché con un brazo robótico en miniatura y posteriormente se colocarán en la superficie por si se llevara a cabo otra misión en el futuro.
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El rover también contará con un láser ultravioleta que revelará la actividad de los átomos de carbono y con un espectrómetro de rayos X que se encargará de analizar detalles minúsculos . La JPL está perfeccionando un sistema de aterrizaje para que el vehículo se dirija a una superficie segura.
Ken Farley, científico perteneciente al Laboratorio de Propulsión a Reacción de la agencia espacial estadounidense que forma parte del proyecto Marte 2020, aseguró que ‘’lo que aprendamos de las muestras recogidas a lo largo de esta misión al planeta rojo tiene el potencial de resolver el misterio de si estamos solos en el universo’’.
David Batalla Bernabeu