La plataforma ha asegurado en un comunicado que en el caso del 5G no ha habido una «investigación previa a su introducción» para demostrar su «inocuidad para las personas y el medio ambiente».
«En 2018 se puso en marcha un nuevo llamamiento científico firmado por más de 100 000 investigadores, médicos, asociaciones y ciudadanas de 187 países pidiendo a la OMS y a la ONU que se detenga el despliegue hasta contar con evidencias de inocuidad», ha señalado Ecologistas en Acción.
Dicha tecnología también podría afectar a la fauna salvaje, según la organización, debido al «aumento de contaminación electromagnética».
La plataforma ecologista ha pedido que los políticos españoles tengan en cuenta acciones como las de los ayuntamientos de Florencia y Bruselas o de los cantones suizos de Ginebra, Vaud o Neuchatel, que han «bloqueado el 5G hasta que se investiguen sus posibles efectos sobre la salud pública».
Por otra parte, Ecologistas en Acción ha denunciado que no se haya constituido un Comité Interministerial sobre Radiofrecuencias y Salud, previsto en la Ley de Telecomunicaciones de 2014, que sería el encargado de «realizar un seguimiento de los posibles efectos para la salud de este despliegue».
«Estamos siendo víctimas de un ‘despotismo tecnológico'», ha sentenciado la organización.
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