La nueva estrategia «consigue que sean necesarias menos dosis de quimioterapia al tiempo que reduce la población de células resistentes al tratamiento, lo que retrasa la recaída o la reaparición del tumor», indica la UPM en un comunicado.
«El cáncer es uno de los problemas más acuciantes de nuestras sociedades desarrolladas”, afirma Carmen Ramírez Castillejo, profesora de la Escuela de Ingeniería Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas de la UPM. En cifras globales, «hasta un 35% de los pacientes con tumores sufren una recaída», recalca.
La molécula con que han trabajado los investigadores, sintetizada a partir de una proteína muy abundante en la sangre –factor derivado del epitelio pigmentario (PEDF, por sus siglas en inglés)– «está presente en la biología de las células iniciadoras del cáncer».
El estudio concluye que la exposición continuada de células cancerosas a estas moléculas «disminuye la resistencia a medicamentos empleados contra el cáncer colorrectal, como el oxaliplatino o el irinotecán, además de agotar su capacidad metastásica», explica la investigadora.
Por ello, los autores del trabajo –publicado en la revista Oncotarget– apuntan que la vía de señalización del PEDF (la secuencia de funcionamiento de las moléculas para controlar las funciones de célula) podría ser «una herramienta futura para potenciar la eficacia de la quimioterapia».
La reducción de las dosis quimioterapéuticas para una respuesta efectiva en el cáncer colorrectal “tiene también socialmente grandes repercusiones”, como el descenso de los efectos secundarios que sufren los pacientes y una rebaja “en el gasto farmacéutico hospitalario».
El proyecto, iniciado hace una década, ha obtenido financiación pública y privada por valor de 400.000 euros, y en él también colaboran el Fondo de Investigación Sanitaria (FIS) y la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).
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