El cáncer de páncreas es uno de los de mayor tasa de mortalidad (en torno al 95%) debido, principalmente, a la ausencia de síntomas en las primeras fases, lo que hace que se diagnostique demasiado tarde.
El estudio, publicado este miércoles en la revista Gut y liderado por Núria Malats, del grupo de Epidemiología Genética y Molecular del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), ha analizado la relación entre múltiples factores de riesgo y cáncer de páncreas, y ha demostrado que la diabetes tipo 3c es una manifestación temprana de ese tipo de tumor.
La diabetes 3c o pancratogénica es uno de los tipos de diabetes más recientemente identificados y, al igual que en las diabetes tipo 1 y tipo 2, conocer sus características genéticas ayuda a mejorar su diagnóstico y tratamiento, y puede ayudar a desvelar otras patologías relacionadas.
Y es que, desde siempre, la diabetes y el cáncer de páncreas han estado muy relacionados porque el páncreas es el órgano que segregar la insulina (algo que en el caso de las personas diabéticas no se produce de manera normal) pero, además, porque cerca de la mitad de los pacientes con cáncer de páncreas desarrolla algún tipo de diabetes.
Pero, ¿cuál es la causa y cuál la consecuencia?.
Hasta ahora, lo más habitual ha sido estudiar si la diabetes era la causante del cáncer de páncreas pero «en nuestro equipo le hemos dado la vuelta a la ecuación y, por primera vez, hemos cuestionado si el cáncer de páncreas podría causar la diabetes», explica Malats.
«Utilizando estrategias innovadoras de análisis epidemiológico y estadístico, comprobamos que el cáncer de páncreas es la causa del desarrollo de diabetes tipo 3c en un 26% de los casos», avanza la autora principal del trabajo.
La diabetes tipo 3c, que se caracteriza por una inflamación del páncreas que interrumpe la producción de insulina, constituye en torno a un 5-10% de todos los casos de diabetes en los países occidentales, pero a día de hoy hay pocos marcadores específicos para ella, por lo que, a menudo, se diagnostica erróneamente como diabetes tipo 2.
Identificar correctamente este tipo de diabetes no sólo es importante para suministrar los tratamientos adecuados a los pacientes, sino porque, tal y como demuestra este trabajo, puede ser crucial para diagnosticar con tiempo un cáncer de páncreas.
Para hacer el estudio, el equipo ha empleado información de más de 3.500 personas procedentes de PanGenEU, un gran estudio europeo que lidera la propia Malats y en el que participan centros de seis países, y que analiza la relación entre factores de riesgo y cáncer de páncreas.
«Usando la información de nuestro estudio, el sistema de salud podría identificar a posibles pacientes de cáncer de páncreas que aún no hayan sido detectados, si el paciente, además de tener diabetes tipo 3c, muestra determinados factores de riesgo asociados al tumor, como ser obeso o fumador», afirma Malats.
«Todos esos factores ayudarían a los médicos de cabecera a filtrar mejor a la población que podría beneficiarse de hacer un seguimiento más activo, o de entrar en programas de cribaje. Nuestro descubrimiento se puede trasladar al Sistema Nacional de Salud como un factor a tener en cuenta en la prevención del cáncer de páncreas».
Los investigadores quisieron comprobar si la diabetes tipo 2 también podría guardar relación con este tumor, pero el estudio no pudo establecer una causalidad clara: «la interrelación entre cáncer de páncreas, diabetes tipo 2 y obesidad es muy compleja y requiere seguir investigando», reconoce Malats.
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