Este proyecto ha alcanzado este lunes su primer hito con la presentación a la comunidad astrofísica de los datos del sondeo público SHARKS y utiliza el telescopio VISTA de 4 metros del Observatorio Europeo Austral (ESO), en Chile, para cartografiar grandes regiones del cielo en el infrarrojo cercano, un rango del espectro invisible para el ojo humano.
Este sondeo público, el primero de la ESO que lidera una institución española, tiene adjudicado 1.200 horas para observar diferentes regiones del cielo, principalmente en el hemisferio sur, hasta completar un área de 300 grados cuadrados, que equivale a 1.200 lunas llenas.
Con este conjunto de datos los investigadores pueden abordar una gran variedad de temas científicos, tales como las enanas ultrafrías en nuestra galaxia, las galaxias a diferentes distancias, los cuásares y las estructuras más grandes del Universo, ha informado hoy el IAC en un comunicado.
Ha explicado que el rango de longitudes de onda del infrarrojo cercano, un tipo de luz imperceptible para el ojo humano, permite explorar regiones del Universo oscurecidas por el polvo cósmico o que son demasiado frías para ser estudiadas con telescopios que observan en el visible.
Con el programa Southern H-ATLAS Regions Ks-band Survey (SHARKS), un equipo internacional, dirigido por el investigador del IAC Helmut Dannerbauer, está realizando observaciones a 2 micrómetros en este rango del espectro con la cámara VIRCAM en el telescopio VISTA.
Las regiones que se están cartografiando forman parte del estudio extragaláctico Herschel Astrophysical Terahertz Large Area Survey (H-ATLAS), realizado con el satélite espacial infrarrojo Herschel hace una década.
«Gracias a SHARKS, ahora podremos revelar la naturaleza de galaxias muy oscurecidas por el polvo, descubiertas anteriormente por Herschel», afirma Dannerbauer.
En este primer censo del cartografiado se han proporcionado 20 grados cuadrados de datos a la comunidad científica a través de la base de datos de ESO.
La publicación contiene tanto imágenes calibradas como catálogos de fuentes y de hecho, solo en el actual sondeo se han detectado más de un millón y medio de fuentes, ha explicado el IAC, que insiste en que los datos liberados pueden ser explotados inmediatamente por investigadores de todo el mundo.
En los próximos años, el proyecto tiene previsto, al menos, dos nuevas publicaciones de datos.
La reducción y calibración de los datos se han llevado a cabo a través de una colaboración entre el IAC y la Wide-Field Astronomy Unit (WFAU) del Real Observatorio de Edimburgo coordinada por el investigador posdoctoral del IAC Aurelio Carnero Rosell.
«Como la emisión de nuestra atmósfera es la fuente de luz dominante en las imágenes tomadas en el telescopio, hay que tener especial cuidado a la hora de restar el fondo y así revelar correctamente las fuentes del infrarrojo cercano», explica el astrofísico.
“Los campos de SHARKS han sido y serán observados con instalaciones de telescopios y misiones espaciales actuales y futuras y, por tanto, aportarán un valioso legado para los estudios multifrecuencia de objetos astrofísicos en la próxima década», subraya Carlos Gutiérrez, investigador del IAC y miembro del programa SHARKS.
Actualmente varios investigadores del IAC han comenzado a explotar el conjunto de datos de SHARKS y se han centrado principalmente en la búsqueda de cúmulos de galaxias en formación para estudiar la evolución de las estructuras más masivas. EFE
Estrella Digital