España se está quedando “atrás” en el acceso a los fármacos innovadores contra el cáncer porque las autoridades sanitarias no ven la “magnitud del beneficio” de unos medicamentos que, aunque se prueban en ensayos clínicos en hospitales españoles, luego no se autorizan o financian para que lleguen a todos los pacientes.
Lo subraya la presidenta electa de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), María Victoria Mateos, en una entrevista con Efe en la víspera del Día Mundial contra el Cáncer y en la que destaca el aumento en la supervivencia de las hemopatías malignas: leucemias, linfomas y mieloma múltiple.
Si no existe un acceso universal a la innovación oncológica, “me atrevería a decir que España puede dejar de ser el sitio ideal para realizar ensayos clínicos”, pruebas que impactan en la supervivencia global, advierte la especialista del Departamento de Hematología del Hospital General Universitario de Salamanca donde coordina la Unidad de Ensayos Clínicos.
“Es muy frustrante trabajar con fármacos para algunos pacientes en ensayos clínicos, que luego las agencias reguladoras a nivel europeo aprueban, pero que al final no puedes dar al paciente” porque no se autorizan o financian en España.
“El cuello de botella está en la Agencia Española del Medicamento”, apunta la hematóloga quien entiende que, puntualmente, la pandemia de coronavirus retrasara los procesos de evaluación de las nuevas terapias contra el cáncer.
“Pero ahora -asegura- ya se está desatascando, hay evaluaciones, el problema es si el resultado es ‘no financiación’ para esos fármacos”.
Y la razón está, según la hematóloga, en que “el Ministerio de Sanidad no ve la magnitud del beneficio” que, en el caso concreto de los fármacos destinados a los cánceres de la sangre, están cambiando el curso de la enfermedad.
Mateos hace un llamamiento al Ministerio de Sanidad para que se reúna con investigadores y médicos y puedan llegar a un “consenso” que evite la falta de equidad en España respecto a otros países europeos.
“Creo que tenemos que ponernos las pilas e intentar forzar que la innovación llegue a los pacientes”, insiste.
SUPERVIVIENCIA Y CAR-T
Los fármacos de última generación son precisamente los que están aumentando la supervivencia en los cánceres hematológicos, los terceros en la clasificación general del cáncer tras los tumores de pulmón y de mama.
En España se diagnostican anualmente unos 10.000 casos de linfomas, 6.000 de leucemias y 3.000 de mieloma múltiple, con un incremento paulatino de la supervivencia gracias también a diagnósticos más precoces y más precisos debido al conocimiento de marcadores moleculares, dianas de las terapias.
Una revolución terapéutica en la que destaca la más novedosa, la inmunoterapia CAR-T que consiste en modificar genéticamente los linfocitos T del paciente para que destruyan las células malignas.
Aprobada para leucemia aguda linfoblástica (en niños y adultos) y algunos tipos de linfoma (como el no Hodgkin difuso de células grandes o el de manto) ahora acaba de autorizarse un fármaco para el mieloma múltiple en recaída que todavía no ha llegado a España.
“Tenemos una proporción de pacientes, un 30-40%, que podemos considerar potencialmente curados o, al menos, largos supervivientes desde hace 5 ó 6 años cuando antes no tenían muchas más opciones de tratamiento”, explica la doctora.
La terapia celular CAR-T, que consiste en una infusión única por lo que incide en la calidad de vida del paciente, se posiciona “como un estándar de tratamiento para conseguir estrategias curativas” para cada vez un mayor número de pacientes y hacia líneas más precoces para cánceres hematológicos, ya que todavía están en fase de investigación para tumores sólidos.
Según la experta, tras una primera implantación de esta estrategia en una decena de hospitales del Sistema Nacional de Salud, “ha llegado el momento de la expansión” al presentar una seguridad manejable, ser factible y contar con cada vez más pacientes candidatos.
EL MIELOMA ASINTOMÁTICO
María Victoria Mateos es referente internacional en mieloma múltiple, un cáncer que afecta a las células plasmáticas de la médula ósea que cursa con dolor óseo, anemia o insuficiencia renal y que se diagnostica, de media, a los 65 años.
“Creo que nos da miedo decir que curamos a pacientes con mieloma, pero los tenemos. Ha pasado de ser una enfermedad que no tenía más de 2 ó 3 años de supervivencia a pacientes con enfermedad libre de progresar por más de 9 y 10 años”, asegura.
Por eso, la también responsable de la Unidad de Mieloma en el Hospital de Salamanca insiste en la necesidad de acceder a las nuevas terapias donde el panorama es “esperanzador”.
Como investigadora y coordinadora del Grupo Español de Mieloma (GEM), trabaja en el reto de detectar de forma precoz este cáncer, en un estadio premaligno, y controlarlo antes de que se active, que en casos de alto riesgo lo hace al cabo de unos dos años.
“Y en eso nos embarcamos en el año 2007 con un ensayo clínico pionero en el mundo, probamos que el tratamiento precoz beneficiaba a estos pacientes. Fue el punto de partida de una gran cantidad de ensayos clínicos a nivel mundial”, resalta.
El próximo mes de octubre, María Victoria Mateos asumirá la presidencia de la SEHH con la experiencia de ser miembro de las sociedades europea y americana de hematología y miembro del Comité Ejecutivo de la Sociedad Internacional de Mieloma y con más de 150 publicaciones en revistas científicas.EFE
Ana Soteras