lunes, noviembre 25, 2024
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¿Es necesario quitarse la ropa al entrar a casa y lavar todos productos de la compra para prevenir el coronavirus?

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Supongamos que uno va al mercado y consigue comprar todo manteniendo la distancia recomendada de dos metros.

Supongamos también que durante todo ese rato no se toca la cara y nadie alrededor tose o estornuda sin tomar las medidas de prevención que ayudan a evitar el contagio de la enfermedad covid-19.

Entonces, uno llega a casa, entra, deja la compra en el suelo y procede a lavarse las manos con agua y jabón por 20 segundos, tal como indican los especialistas de la salud.

Pero a continuación, se remanga, carga las bolsas hasta la cocina y guarda todos los víveres, tocando cada uno de los ítems por los cuales uno se había higienizado segundos antes.

¿No son estos productos, alimentos y la propia ropa, una potencial fuente de contagio también?

Muchos textos y videos que circulan en redes sociales recomiendan lavar con jabón todo, desde la bolsa de la compra hasta las frutas, así como quitarse los zapatos al ingresar a la casa y colocar las prendas en el lavarropas de inmediato.

Ni está demostrado ni hay riesgo cero

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), es posible contagiarse de covid-19 aspirando las pequeñas gotas que son expulsadas por un paciente infectado cuando tose o estornuda.

Esas «gotículas» también caen sobre los objetos y superficies que rodean a la persona infectada por lo que, informa la OMS, otras personas pueden enfermarse tocando esos lugares contaminados y luego llevándose las manos a los ojos, la nariz o la boca.

Dicho esto, según las autoridades sanitarias de Estados Unidos y la Unión Europea, no hay pruebas de que los alimentos o envases sean una fuente o vía de transmisión del nuevo coronavirus, oficialmente llamado SARS-CoV-2.

Por ejemplo, el Instituto Federal de la Evaluación de Riesgos (BfR), institución científica independiente que asesora al gobierno de Alemania y es un referente del área para la Unión Europea, informa en su web que, al 23 de marzo, «no hay casos que hayan aportado cualquier tipo de evidencia de humanos infectándose con el nuevo tipo de coronavirus por consumir comida contaminada o por el contacto con artículos contaminados».

Marga Hugas, científica jefa de la Autoridad Europea para la Seguridad de los Alimentos (EFSA), declaró a principios de marzo: «Las experiencias de anteriores brotes de coronavirus afines, como el coronavirus causante del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV) o el coronavirus causante del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV), indican que no se produjo transmisión a través del consumo de alimentos. Actualmente no hay pruebas que sugieran que este coronavirus sea diferente en ese sentido».

Tan baja es la probabilidad que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos explica en un comunicado del 24 de marzo que no se prevé el retiro de productos del mercado «incluso si se confirma que una persona que trabaja en un lugar con comida para humanos o animales (por ejemplo, un empaquetador de alimentos) da positivo para el virus SARS-CoV-2».

Sin embargo, tal como le explicó a la BBC Sally Bloomfield, profesora de la Escuela de Londres de Higiene y Medicina Tropical, no existe el «riesgo cero».

Los Centros de Control de Enfermedades (CDC) de EE.UU. reconocen en su web -actualizada al 28 de marzo- que «podría ser posible que una persona contraiga el covid-19 al tocar una superficie u objeto que tenga el virus y luego se toque la boca, la nariz o posiblemente los ojos, aunque no se cree que esta sea la principal forma en que se propaga el virus».

Envases

Cuando de las compras se trata, la principal preocupación de contagio es el envase, explicó Bloomfield, ya que es la superficie más expuesta y manipulada previo a llevarlo al hogar.

Pero no todos los embalajes o paquetes son iguales.

Según un estudio publicado a mediados de marzo en la revista científica New England Journal of Medicine, el virus SARS-CoV-2 puede sobrevivir y conservar su capacidad infecciosa hasta por 24 horas en el cartón y hasta tres días en el plástico o acero inoxidable.

Este estudio, aclara BfR, todavía no ha pasado por la revisión de pares —un procedimiento estándar en las investigaciones científicas— y fue realizado bajo condiciones de laboratorio, es decir, con la temperatura y humedad controladas.

De hecho, este instituto alemán asegura que «bajo la situación actual (23 de marzo), el BfR no ve necesidad que la gente saludable use desinfectante en sus vidas cotidianas».

Otros institutos son menos tajantes.

«Si le preocupa la contaminación de los alimentos y los empaques de alimentos que ha comprado en el supermercado, lávese las manos después de manipularlos cuando regrese del supermercado y después de retirar los empaques de los alimentos», recomienda la FDA.

La OMS, por su parte, informa: «Si cree que una superficie puede estar infectada, límpiela con un desinfectante común para matar el virus y protegerse de este modo a usted mismo y a los demás».

Un estudio publicado en el Journal of Hospital Infection en marzo fue aún más específico y descubrió que los coronavirus «pueden desactivarse eficazmente al desinfectar las superficies con etanol al 62-71%, peróxido de hidrógeno (agua oxigenada) al 0,5% o hipoclorito de sodio (lejía doméstica) al 0,1% en 1 minuto».

Aunque quizás la opción más simple la da Bloomfield, quien dijo a la BBC: «En el caso de los productos envasados, guárdelos durante 72 horas antes de usarlos».

Alimentos

¿Qué sucede con los alimentos sin envoltorio, como las frutas y verduras?

«Los productos frescos sin envolver, que podrían haber sido manipulados por cualquier persona, lávelos bien con agua corriente y déjelos secar», afirmó Bloomfield.

Algunos podrán pensar que usar jabón es una buena medida extra de salubridad para las frutas y verduras en tiempos de coronavirus, pero no lo es.

«Podrías ingerir residuos del jabón o detergente absorbidos por el producto agrícola», advierte la FDA. Eso podría provocar náuseas, vómitos y diarrea.

La FDA también reitera en su último comunicado sobre el covid-19 los «cuatro pasos clave de seguridad alimentaria: limpiar, separar, cocinar y enfriar».

Pero, en realidad, esos pasos deberían llevarse a cabo siempre, no solo en tiempos de pandemia.

«Aunque es poco probable que el virus se transmita a través de alimentos contaminados o productos importados, las reglas generales de higiene diaria, como el lavado regular de manos y las reglas de higiene para la preparación de alimentos debe cumplirse al manipularlos», dice BfR.

A continuación aclara que, «como los virus son sensibles al calor, el riesgo de infección también puede reducirse aún más calentando los alimentos».

Sobre el consumo de productos animales en sí, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) hace diferenciaciones.

«La carne de ganado sano completamente cocida sigue siendo segura para comer», asegura en una sección sobre el coronavirus de su web.

Lo mismo sucede con el pescado y los productos de mar que cumplen con los requisitos de salubridad nacionales e internacionales.

En cambio, aclara, «las personas no deben manipular, sacrificar, vestir, vender, preparar o consumir ninguna proteína animal que se origine de animales silvestres o ganado enfermo o que haya muerto por causas desconocidas».

Muchas personas todavía tienen la costumbre de lavar el pollo crudo, pero desde los CDC se informa que no debe hacerse tampoco durante esta pandemia / Foto GETTY IMAGES

Si bien todavía no ha sido 100% confirmado, todo parece indicar que el origen del virus en la ciudad china de Wuhan está en la venta de animales silvestres en mercados, siendo el pangolín y los murciélagos los principales sospechosos.

¿Y qué pasa con los alimentos congelados?

«Los coronavirus anteriores, SARS y MERS, son resistentes al frío y pueden permanecer infecciosos a menos 20 grados centígrados durante hasta 2 años en estado congelado», informa BfR.

Sin embargo, continúa, «hasta ahora no hay evidencia de cadenas de infección por SARS-CoV-2 a través del consumo de alimentos, incluidos los alimentos congelados».

A domicilio

Al pedir que te lleven las compras a tu casa u ordenar comida a domicilio, el riesgo se reduce al contacto con quien lo entrega (se le puede pedir que lo deje en la puerta y se aleje) y al envoltorio.

Según Bloomfield, el riesgo de contaminación del envase puede reducirse al mínimo, «vaciando el contenido en un plato limpio, desechando el empaque en una bolsa de basura y lavándote bien las manos antes de comer».

«Saca la comida del recipiente con una cuchara y cómela con un cuchillo y un tenedor, no con los dedos», agregó.

Los más cautelosos y vulnerables pueden tomar una medida extra de seguridad calentando más la comida.

«Con una pizza, por ejemplo, si quisieras estar realmente seguro, podrías meterla en el microondas por un par de minutos», dijo Bloomfield.

Ropa

Aún no está claro cuánto tiempo puede sobrevivir el virus en la ropa y otras superficies más difíciles de desinfectar.

Dicho esto, un curso online sobre el covid-19 de mediados de febrero del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades recomienda el «lavado rutinario de superficies, ropas y objetos frecuentemente usados» como medida para mitigar el contagio en hogares.

Sobre la ropa en particular se explica que hay que lavarla «de acuerdo con las instrucciones del fabricante a la temperatura más cálida indicada posible».

A su vez, los CDC tienen una muy detallada guía para desinfectar todo el hogar, que incluye ropa, pero que está pensada para cuando existe un caso sospechoso o confirmado de coronavirus en la familia. En otras palabras, se trata de medidas extremas.

Estas recomendaciones -actualizadas al 28 de marzo- incluyen usar guantes al manipular ropa sucia o lavarse las manos después, no sacudir las prendas y usar el modo de lavarropas con el agua más caliente posible.

«La ropa sucia de una persona enferma se puede lavar junto con los artículos de otras personas», informan los CDC, que recomiendan usar cualquier jabón.

La OMS, por su parte, sostiene que rociar las prendas con alcohol o cloro, como algunos recomiendan, «puede dañar la ropa y las mucosas (es decir, los ojos, la boca, etc.). Tanto el alcohol como el cloro pueden servir para desinfectar las superficies, siempre que se sigan las recomendaciones pertinentes»

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