Esta es una de las conclusiones del último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Un estudio especial, el primero realizado desde la declaración del estado de alarma, que se ha llevado a cabo mediante 3.000 entrevistas telefónicas y no presenciales, como es habitual en el instituto.
Según la encuesta, cuyo trabajo de campo se llevó a cabo entre el 30 de marzo y el 7 de abril, una abrumadora mayoría del 91,4 por ciento quiere que cuando se supere la pandemia de la COVID-19 se haga un «esfuerzo especial» para afrontar la crisis económica mediante «grandes acuerdos», frente a un 6,2 por ciento que prefiere que cada partido plantee sus propias alternativas.
Un 87,8 por ciento piensa también que en las circunstancias actuales, los partidos y la oposición deberían «apoyar al Gobierno y dejar las críticas para otro momento», mientras que solo un 10 por ciento de los encuestados apunta que las fuerzas políticas «deben continuar haciendo todas las críticas que consideren oportunas».
El CIS pregunta expresamente a los ciudadanos cómo imaginan que se estaría resolviendo esta crisis si el líder del PP, Pablo Casado, fuera el presidente del Gobierno en lugar de Pedro Sánchez, y el 46,6 por ciento dice que la lucha contra la pandemia se estaría haciendo «prácticamente igual».
La gran mayoría de los españoles, nueve de cada diez, asegura que está llevando muy bien o razonablemente bien el confinamiento, y cuatro de cada diez ciudadanos abogan por la adopción de medidas más estrictas para evitar que se salga a la calle.
Además, el 58,3 por ciento considera que las medidas adoptadas para evitar los contagios son suficientes, pero casi cuatro de cada diez, el 39,1 por ciento, querría que fueran más severas para evitar que se salga a la calle.
En este sentido, el 57,7 por ciento estaría de acuerdo con no permitir la salida del domicilio para la adquisición de medicinas ni de alimentos y que fuera personal especializado el que entregara esas compras en los domicilios, como se hizo en China, un extremo con el que el 38,6 por ciento no estaría de acuerdo.
Ante la magnitud de los bulos que circulan por las redes sociales, el CIS ha preguntado a los ciudadanos si habría que prohibir su difusión y limitar la información a «fuentes oficiales».
Dos tercios de los españoles cree que hay que restringir y controlar las informaciones y establecer «sólo una fuente oficial de información», frente al 30,8 por ciento que se opone.
Sin embargo, este dato parece contradictorio con que a la vez el 54,5 por ciento de los ciudadanos exprese que le gustaría disponer de más información de la que están ofreciendo el Gobierno y los responsables de la gestión de la crisis por el coronavirus.
La introducción de esta y otras preguntas en el barómetro no ha estado exenta de crítica, y el PP ya ha solicitado la comparecencia parlamentaria de su responsable, José Féliz Tezanos.
Más allá de esta polémica, lo que sí se desprende del barómetro es que el coronavirus ocupa ya el primer lugar en la lista de preocupaciones de los españoles, por delante del paro o la situación económica, dando un vuelco a la lista de meses anteriores.
Para el 49,3 por ciento de los encuestados, la pandemia es el mayor problema que existe actualmente en España, seguido por los problemas de índole económico, que preocupan al 39,1 por ciento, y el paro, que baja al tercer puesto con el 36 por ciento.
En cuarto lugar se sitúa el mal comportamiento de los políticos, el mayor problema para el 20,9 por ciento, y en quinto, la sanidad en términos generales, que preocupa al 19,6 por ciento de los encuestados.
A la pregunta de cuál es el problema que más le afecta personalmente, un 41,9 por ciento de los consultados también cita el coronavirus, frente a un 34,9 que apunta a los problemas económicos.
Como todos los meses, el CIS también hace una estimación del voto de los españoles.
En su primer barómetro desde el confinamiento de la población, el CIS concede un repunte de un punto y medio al PP, del 19,6 al 21,1 por ciento en estimación de voto, y una caída de los dos partidos en el Gobierno, el PSOE y Unidas Podemos.
El PSOE desciende del 31,9 por ciento de la encuesta de marzo al 31,2, lo que hace que el PP recorte su distancia con los socialistas en dos puntos.
También pierden fuelle Unidas Podemos y sus confluencias, que pasarían del 12,9 por ciento de la anterior encuesta a un 12 por ciento en estimación de voto.
Vox también cae con fuerza, del 14,8 por ciento de marzo al 13 por ciento, en tanto que Ciudadanos rompe su senda descendente y sube del 7,2 de la anterior encuesta a un 7,6 por ciento.
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