Duque, en una entrevista con la emisora Catalunya Radio, ha recordado que el Centro Nacional de Biotecnología (CNB) trabaja actualmente en dos proyectos de vacuna distintos pero complementarios, y ha precisado que en unos de ellos, según lo anunciado en abril, ya han comenzado las pruebas con animales.
El ministro ha explicado que la mayoría de la comunidad científica que ahora trabaja en la búsqueda de una vacuna contra el coronavirus emplea unos ratones que tienen unos genes similares a los humanos y que el CNB ya ha iniciado sus pruebas con esos animales, ensayos de los que se espera tener los primeros resultados en dos o tres meses.
En el mundo, ha explicado, hay registrados en estos momentos 120 proyectos para buscar el antídoto que frene la pandemia del coronavirus. «Creo que alguna vacuna encontraremos», ha vaticinado.
Las pruebas ahora en marcha con animales se realizan sobre la base de uno de los dos proyectos que desarrolla el Centro Nacional, estudios a los que se suman, ha especificado, otros dos que se financian con fondos especiales para la COVID-19 destinados en marzo de este año.
Duque ha pedido ser prudentes, ya que, tras conocer los primeros resultados de los ensayos, «veremos qué es lo que se hace para conseguir la vacuna», pues «hay que tener mucha seguridad» para «no hacer más daño» que el que ya ocasiona la pandemia.
Ha alabado el rigor científico del estudio sobre prevalencia del coronavirus hecho en España, con un muestreo veinte veces superior al que se emplea para una encuesta electoral, ha dicho, y por el que esta semana se ha conocido que solo un cinco por ciento de la población se ha contagiado.
«Si la cifra es alta o baja -ha agregado-, depende de la interpretación, pero nos refuerza en la idea de que hay que tener muchísima prudencia».
Duque ha subrayado que, en cualquier caso, el estudio revela que «el camino del confinamiento» y las fases de la desescalada «es adecuado», y que en el mismo «es imprescindible disciplina y mucho civismo».
Duque ha reiterado que «no se ha producido una recentralización efectiva de todos los mecanismos» de la sanidad y la salud pública de las comunidades, pues los Gobiernos autonómicos han mantenido sus competencias, aunque se han dado directrices que tienen que ver «con el movimiento de la gente en general», en coordinación con los expertos de las administraciones autonómicas. «Solo se ha buscado entre todos la mejor solución», ha continuado.
El ministro ha indicado que «al principio» del estado de alerta se produjo «un problema inmenso» de compra de material, que afectó a todas las administraciones y países, porque «en todos los sitios hay gente que vende cosas que aún no funcionan», en alusión a los test adquiridos por el Gobierno a un proveedor chino.
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