Lo ha hecho durante su primera comparecencia en la Comisión de Sanidad del Senado, en la que ha advertido de que no hay que bajar la guardia y ha recordado que esta semana se han conocido diversos brotes, algunos de ellos en 4 comarcas de Aragón, que ha llevado a volver a la fase 2 en esos territorios.
Illa ha insistido en que el virus no ha desaparecido y, ha dicho que, aunque estamos mejor preparados, «lo que hemos construido ha sido solo un primer cortafuegos que si no adoptamos las prevenciones necesarias puede ser insuficiente y al menor golpe de viento puede prender de nuevo la llama».
Ante las críticas de la oposición sobre la compra de material sanitario durante la época más dura de la pandemia, ha reconocido que «se pagó más caro» para reconocer a continuación: «Las instrucciones que dimos es ‘cómprese el material que haga falta al mejor precio posible pero que el precio no sea una barrera'».
Ha incidido en que «se hizo todo lo que se pudo, fue un esfuerzo del gobierno, no del Ministerio de Sanidad, para traer lo antes posible el mejor material al mejor precio», en un mercado que «dejó ser un mercado para ser un zoco», y ha asegurado tener «la conciencia tranquila» de haber hecho lo mejor que ha podido.
«¿Alguien de ustedes hubiera decidido que como es muy caro no compro mascarillas ni equipos de ventilación?, ¿han visto los precios a los que compraron las comunidades autónomas, las que consiguieron comprar?», ha preguntado Illa a los senadores.
Tras reconocer que hay que mejorar los sistemas de datos en España y en todos los países, «y lo vamos a hacer -ha afirmado-«, Illa ha dicho no tener «ningún inconveniente» en una acción de fiscalización de la acción del gobierno, pero ha apelado a la comprensión de los grupos políticos.
«Pasamos la prueba de la transparencia si nos comparamos con otras administraciones y otros países y lo digo con humildad», ha subrayado.
El ministro ha considerado que hay que olvidarse de la inmunidad de rebaño, porque los dos países europeos que lo han intentado han fracasado. «No puede ser», ha recalcado.
En cuanto a las vacunas que se están investigando, ha dicho que habrá que comprobar cuáles dan los mejores resultados, si bien ha reconocido que «habrá que tomar riesgos».
En respuesta al senador de Teruel Existe Joaquín Egea, Illa ha coincidido en que se puede abrir una oportunidad de aprovechar que hay que incentivar la fabricación nacional de algunos productos sanitarios para «tomar en consideración» que puedan ubicarse en zonas de la España vaciada.
Durante su comparecencia, Illa ha recordado que durante la epidemia se ha trabajado mucho con las comunidades autónomas, por lo que ha manifestado su intención de reforzar el Consejo Interterritorial de Salud.
El ministro ha apuntado los cuatro grandes retos de su departamento en esta legislatura: mantener a las personas en el centro del sistema, cuidar a los que nos cuidan, impulsar la I+D+i y afianzar la sanidad pública.
Ha defendido un sistema sanitario que produzca salud en vez de sanidad y que prevenga la enfermedad y no solo la cure y ha abogado por potenciar la atención primaria reforzando su estructura y sus recursos, pero también modernizando su forma de cuidar a los pacientes, con innovación tecnológica y organizativa que le dote de mayor capacidad resolutiva y que incluya la atención domiciliaria.
Otro de sus objetivos es aumentar la inversión sanitaria de forma progresiva hasta llegar al 7 por ciento del PIB y «recuperar la naturaleza presupuestaria» del fondo de cohesión.
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