La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha ofrecido estos datos durante su visita a la Unidad de Vigilancia Epidemiológica de la base Príncipe de la Brigada Almogávares VI de Paracaidistas en Paracuellos del Jarama (Madrid), donde ha agradecido su labor y ha recordado que desde el comienzo de la operación Baluarte en octubre del año pasado los rastreadores militares han realizado seis millones de llamadas.
Margarita Robles ha explicado que hace un mes estaba previsto terminar esta operación de rastreos el 31 de diciembre «pero como consecuencia de la ómicron se ha disparado el número de contagios y eso ha hecho que las comunidades autónomas hayan pedido incrementar el número de rastreadores militares, que están dando mucha seguridad y confianza».
Además, Defensa ha puesto a disposición de las autoridades sanitarias dos grandes hospitales militares, el Gómez Ulla de Madrid, donde ya se está vacunando a personas con un algún problema de inmunodeficiencia, y el de Zaragoza, que esta misma semana va a empezar la vacunación.
«Tenemos además en este momento 150 equipos móviles dispuestos a ir a vacunarse allí donde las comunidades autónomas nos lo pidan. Van a empezar esta semana en Aragón y están preparados para hacerlo en las comunidades que sabemos que lo van a pedir a Sanidad», ha subrayado.
Además de Aragón «hemos hablado ya con comunidades como Valencia y Castilla y León y en cualquier comunidad que lo pida nos pondremos en marcha con esos equipos móviles», ha señalado la titular de Defensa.
Ha precisado que la única comunidad que no tiene ayuda de militares en la lucha contra el coronavirus porque no lo ha pedido es País Vasco y que en Cataluña hay 30 rastreadores que hacen seguimiento de personas que legan de África al aeropuerto de El Prat.
El jefe de la Bripac, el coronel Javier Betolaza, y el de la Unidad, el comandante Francisco España, han destacado que todas las personas a las que llaman los rastreadores militares son muy colaboradoras en general a pesar de que se les comunique que deben ser confinadas.
Han añadido que en esa última fase de los rastreos están percibiendo mayor nivel de conocimiento sobre el virus por parte de los contactados. EFE
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