jueves, diciembre 5, 2024
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Fracaso sentimental

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es el tiempo que pasa una chica con sus allegados a la muerte del abuelo. Y la mira con ojos frescos que resulta gratificante, además de auténtico.

Es el tiempo que pasa entre la muerte y el entierro más el velatorio. Mucho tiempo en el que pasan pocas cosas y poco para describir muchos sentimientos sobre el fracaso sentimental. Toda una eternidad para convivir con una gente a la que solo tiene en común los lazos de la sangre.

El punto de vista de la primeriza Mar Coll es original. Entierros en el cine, muerte y celebración de la misma, discursos sobre lo que somos y la futilidad de nuestra presencia en este mundo, hay muchas. No es esta que es la visión desconcertada de una chica joven sobre la generación anterior y la más lejana de su abuelo paterno.

Dos generaciones en suma y dos mundos sensoriales absolutamente distantes. Es un juego de apariencias en la familia. Todo lo que es evidente no se expone ni exhibe por si acaso. Esa es la denuncia de la hipocresía en nuestras relaciones humanas.

Es una película de una directora primeriza y además muy joven. Y sale triunfante del empeño gracias al apoyo de la escuela en la que se licenció, la ESCAC (Escola Superior de Cinema i Audiovisuals de Catalunya)

habla del amor y del odio entre hermanos. No se soportan más que en bodas, comuniones y funerales. Pero se necesitan para tener sentimientos.

Sin discursos en el guión (escrito por la directora y por Valentina Viso), sin frases hechas, ni discursos, sin tesis, va fluyendo como relato de estados de ánimo. Como se supone que se conocen desde siempre son unos y otros seres extraños. Solo viven cerca los unos y los otros para tener alado a la familia por si fuera necesaria, cosa que nunca ocurre, cada cual se las arregla como puede.

Mar Coll mantiene con dignidad y frescura que si han convivido juntos tienen, deben tenerlo se supone, mucha intimidad y confianza. No es así, todo son roles hechos de prejuicios en su sentido etimológico. Sobre ellos y sobre los gestos de los actores va este filme que es, sobre todo, un retrato social sobre las convenciones.

Es bueno que los más jóvenes hablen en el cine del fracaso sentimental de los mayores, sus padres. Ya no solo se hace, puede hacerse, cine generacional. También se hace, hacen, reflexiones sobre las cosas que van pasando.

Por eso hay veces que las situaciones en el tanatorio, en la iglesia, en la comida de despedida del abuelo, hay detalles, situaciones que pasan que son hilarantes. Esas que rompen la circunspecta compostura que hay que mantener para no soltar carcajadas. Y se agradece todo lo que signifique la aparición de brotes (¿verdes?) en las cosas de narrar las historias solemnes sin ninguna solemnidad.

Tres días con la familia

Directora: Mar Coll

Guión: Mar Coll y Valentina Viso

Fotografía: Neus Ollé

Intérpretes: Nausicaa Bonnín, Eduard Fernández, Ramón Fontserè,…

2009, España. http://www.tresdiasconlafamilia.com/

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