es una buena película. Hecha con garra y sentido, con contundencia, es de género…carcelario, es de acción. Con cierto riesgo narrativo que funciona como un todo a partir del pulso de las partes.
El director está en estado de gracia. Tienen entre manos una historia sólida. El guión funciona como una contundente sucesión de hechos. Y, sobre todo, tiene, a unos actores que funcionan como una piña que empiezan presentado a los actores y termina como dicen ellos saben debe ser en una situación desesperada, insistiendo, hasta el final.
La acción es el motivo principal de esta historia. La situación de motín en la cárcel de Zamora es el reflejo de una situación desesperada. Sin salida. Y como no existe esperanza hay violencia, hay rabia contenida que explota.
Al final todo acaba mal, es normal, aunque cuando se encienden las luces de la sala, el público aplaude. Así pasó en el pase al que asistí, el domingo día 8 de noviembre a las 6 de la tarde. La película les ha impactado, es contundente.
El director elige a los narradores de esta dura historia entre caracteres de villanos que son patibularios. La selección de los mismos está bien hecha. Los secundarios completan la narración hecha en primera persona por el protagonista y el antagonista. Ellos completan, matizan, enriquecen a la misma.
Los que luchan en el motón son unos macarras dispuestos para la guerra y marchar hasta la muerte si hace falta. Y su líder, calvo, con sotabarba, con la voz cascada, les exige a todos los que le sigan y acompañan que luchen hasta el final.
Creía que Luis Tosar era un actor lineal. Aquí es algo más. Es la clara definición del personaje desesperado que se sabe sin salida. Por eso hace una composición de su papel, el Malamadre, capaz de asustar a cualquiera que se oponga sus decisiones.
Con el hay muchos más y hay que citar entre todos ellos, sabiendo que es injusto olvidar a los demás, a Antonio Resines. Como vigilante de la cárcel que es una malabestia está a la altura de los protagonistas. Está poco tiempo pero está inconmensurable y está intenso, es quién desencadena la tragedia.
Daniel Monzón ha pedido a sus actores que sean el sustento de la Celda 211. Y ellos les responden con lo mejor de lo mejor. Está Manuel Morón que es una ameba que quiere sobrevivir en el caos. Esta el buscavidas colombiano interpretado por Carlos Bardem, está el funcionario secuestrado en el motín, Alberto Ammann, que engaña a todos y lo paga, está…
Todos están bien tanto en su papel como siendo partes de un todo.
Todos, ellos, son el complemento, el relato del típico sobre el antihéroe. Ellos están dispuestos a la lucha hasta el final consiguiendo rizar el rizo del texto haciéndolo complejo, completo y matizado.
es una buena película, interesante, radical, llena de grandes actores y, sobre todo, es genuino cine de acción.
Celda 211
Director: Daniel Monzón
Guión: Jorge Guerricaechevarria y D. Monzón sobre una novela de Francisco Pérez Gandul
Fotografía: Carles Gusi
Intérpretes: Luis Tosar, Alberto Ammann, Antonio Resines, Marta Etura, Carlos Barden,…
2009. 109 min. España. www.celda211.com