‘Mi impresión personal es que existen unas once clases distintas de inteligencia, y cuarenta tipos diferentes de estupidez’, es sólo una más de las lindezas que suelta Peter Brown, protagonista-narrador de Burlando a la Parca, una novela que no deja títere con cabeza y presenta a un escritor que dará mucho que hablar en el futuro.
Esta novela, que mezcla el absurdo, la sátira, el sarcasmo y la parodia, trata sobre un antiguo asesino de la mafia que, bajo un programa de protección de testigos, trabaja como médico residente en un pésimo hospital de Nueva York. Cuando, a través de un enfermo terminal, su pasado vuelve a su vida, lo realmente escandaloso es que el mundo sanitario quedará más en entredicho que el del crimen organizado. Y es que en esta novela no hay división entre buenos y malos, sino un simple hombre arrepentido que intenta sobrevivir aunque ya no le quede nada por lo que luchar.
, no obstante, es una novela de humor, una trepidante muestra de acción crítica y corrosiva que hace reír aunque esté reflejando el mundo de manera aguda, quizás exagerada, pero siempre reconocible. Es delicioso sumergirse en sus páginas porque, entre páginas de enorme lirismo –la relación amorosa de Brown es de indudable belleza–, se mueve en aguas turbulentas consiguiendo que uno se lea el libro de un tirón.
Analizada más detenidamente, la novela no es perfecta. Algunos puntos de la trama no resultan claras y el final no responde a las expectativas creadas por las magníficas primeras cien páginas. Pero acaso nada de eso importa si consideramos su amenidad e hilaridad, si pensamos que en muchas ocasiones el narrador nos dice verdades como puños de esas que escuecen al tiempo que divierten.
En la manera de relatar de Josh Bazell, el escritor, sin duda se nota cierto academicismo que empieza a afectar a la prosa norteamericana. Licenciado en Brown y doctor por Harvard, Bazell sin embargo consigue rescatar la esencia de la auténtica literatura: cuenta una historia creíble a pesar de disparatada, critica la realidad con dureza y acierto y, sobre todo, divierte enormemente al tiempo que dibuja unas cuantas páginas memorables, de las mejores en su género, si es que una novela tan inclasificable como esta lo tiene.
(Beat the Reaper)
De Josh Bazell.
Traducción de Benito Gómez Ibáñez.
Anagrama, 2009. 320pp. 18,00 euros www.anagrama-ed.es/titulo/PN_731