Esta muestra del Museo Thyssen-Bornemisza incide en la búsqueda de uno de los principios universales de la vida humana: Eros y Tanatos, el Amor, la Muerta y al final el Amor.
La exposición es temática y se sustenta en los mitos clásicos que todo significan y todo lo explican. Además son universales y han conseguido sobrevivir a los tiempos.
La muestra, las Lágrimas de Eros, se celebra conjuntamente en el Museo Thyssen-Bornemisza y en la Casa de Las Alhajas de Caja Madrid. Son ya trece muestras conjuntas entre ambas instituciones.
Son casi 120 obras y su título hace referencia a la obra póstuma de George Bataille en la que hacía un recorrido histórico sobre el arte que empezó en el Paleolítico y acababa en los inicios del siglo XX.
En el texto de Bataille, y en esta Muestra, se evoca la fotografía de Man Ray, Lagrimas, de 1944. Está en la primera sala y con ella hay cinco obras más que evocan el nacimiento de Venus. Hay, entre otras, una pieza de mármol de Rodin datado en 1907. También destaca el cuadro Honeymoon nude de John Currin que es de 1988.
Otro de los aparados se dedica a Eva y la serpiente. Es otro apartado que alcanza toda la historia de la pintura, desde el mil quinientos hasta nuestros días. Desde Gossaert hasta el fotógrafo Richard Avedon.
El siguiente apartado es el dedicado a las Tentaciones de San Antonio y al lado están hasta once versiones del Martirio de San Sebastián. A mi me gustan sobre manera las piezas de Bernini y el cuadro de José de Ribera el Spagnoletto.
Más apartados. Y el más exagerado es el dedicado a la Andrómeda encadenada que comienza con un Rubens y un cuadro de Gustavo Doré precioso. Luego sigue allí Dalí, Oscar Domínguez, Bellmer y Roland Penrose.
El último apartado es el dedicado al Amor y a la Muerte que a su vez está dividido en cuatro secciones. Esta parte es la que se desarrolla en la Casa de las Alhajas de Caja Madrid.
Es una muestra que se abre espectacularmente con La Venus dormida (1944) de Paul Delvaux a mitad de camino entre el surrealismo y el expresionismo.
Y al lado está Apolo como el gran mito más sugestivo sobre la sensualidad y entre todos destaca el de Tiepolo que data del mil seiscientos.
Y en el último piso están Judith y Salomé, las que cortaron cabezas. Una de Holofernes y la otra al pobre San Juan. También está David antes de ser rey de Israel que es retratado con la cabeza del gigante Goliat, eso si es muy poco erótico, salvo que perder la cabeza sea una metáfora sobre el sexo, el éxtasis y al final el orgasmo, la petite mort según el vocabulario galante de los franceses.
Llama la atención que la promoción de la muestra se haga sobre fotografías y sobre iconos modernos como son Beckham o Rachel Weisz. Son obras convencionales, son sobre todo fotos, son reclamos mediáticos sin importancia que además no representan más del 10 % del total de la muestra. Además aquí hay que añadir que lo mejor del erotismo está en las obras hechas del siglo XIX. Pues eso.
Lágrimas de Eros
Museo Thyssen-Bornemisza/Caja de las Alhajas de Caja Madrid
Hasta el 31 de Enero. www.museothyssen.org www.fundacioncajamadrid.es