El diestro Julio Aparicio ha abandonado este viernes el Hospital 12 de Octubre de Madrid, dos semanas después de la cornada que sufrió en Las Ventas. Acompañado por su hermana Pilar y por su banderillero Rafael González, el diestro salió del centro médico hacia las 13,45 horas y
saludó con la mano a los periodistas que esperaban en la puerta.
«Está bien y se va a recuperar pronto. Os quiere dar las gracias a todos, fue la breve declaración realizada por González a los medios mientras Aparicio hacía un gesto con la mano de agradecimiento, incluso alzando la mano al cielo.
Apenas un par de minutos Aparicio permaneció de pie, con muy buen aspecto físico, vistiendo chaqueta y pañuelo al cuello, una prenda muy torera que le permite disimular también los apósitos de la herida.
Tras un abrazo simulado a todos los presentes, una multitud de fotógrafos, cámaras y periodistas, el torero se abrió paso entre aplausos para subir al todoterreno que conducía su mozo de espadas, José Francisco García «Niño de Las Ventas».
El diestro ha abandonado el 12 de Octubre tras recibir poco antes el alta hospitalaria.
«Buena evolución»
Los médicos que le atendían en el centro decidieron darle el alta debido a «la buena evolución» del torero del traumatismo cervicofacial que le provocó la cornada que sufrió el pasado 21 de mayo en Las Ventas.
Y tras superar «la complicación respiratoria que obligó al reingreso» en la UCI el 27 de mayo.
El torero, de 41 años, sufrió una grave cornada cuando perdió pie durante la faena de muleta al primer toro de la tarde. El astado fue a por él cuando estaba en el suelo, le metió el pitón a la altura del cuello y lo sacó por la boca.