Sean Connery es un aberrimo amante y defensor de su tierra. Y no hay nada más gratificante para un hombre así, que recibir un homenaje de sus compatriotas. Así ha sido, Connery fue el homenajeado en el Festival de cine de Edimburgo, certamen que apadrina desde 1992. El octogenario actor asistió a la proyección de la cinta El hombre que pudo reinar.
Visionando de nuevo su mítica película recordó uno de sus papeles favoritos, el de ex soldado renegado del Ejército británico. Con una mezcla de nostalgia y alegría, Connery exclamó «es maravilloso estar de vuelta».
«Hay pocas películas sobre la amistad y es muy importante y esta fue acerca de eso” aseguró el actor. «No me había percatado del impacto que iba a tener en mí, dijo entre lágrimas tras la tremenda de los asistentes.
Pero esto no era todo lo que le esperaba Connery, también reveló una placa en su honor en la zona donde nació y creció en Fountainbridge, Edimburgo. Sin duda ha sido una de las visitas más emotivas del actor a su tierra natal