Después de permanecer cerrado durante cinco años, el Palacio de Velázquez vuelve a abrir sus puertas para que el público que se acerque al madrileño Parque de El Retiro tenga la oportunidad de contemplar, de manera gratuita, las exposiciones que acoge.
El edificio presentaba múltiples deficiencias antes de acometer las obras y por ello fue preciso realizar un proyecto de ejecución de conservación y restauración con el objeto de subsanar el mal estado general en que se encontraba. La intervención ha consistido, fundamentalmente en la sustitución de las cubiertas; cambio del solado del Palacio; ampliación del sótano para ubicación de nuevos cuartos de instalaciones y la revisión y actualización de todas las instalaciones existentes de climatización, iluminación, fontanería, saneamiento, protección contra incendios y seguridad. Arquitectónicamente se has eliminado unas oficinas situadas en un primer nivel de manera que El Palacio ha quedado más amplio, sin elementos que distorsionen visualmente el espacio.
Este edificio singular fue construido en 1883 por el arquitecto Ricardo Velázquez Bosco, por encargo del Ministerio de Fomento, para ubicar el pabellón principal de la Exposición Internacional de la Minería, Artes Metalúrgicas, Cerámica, Cristalería y Aguas Minerales. Fue realizado siguiendo las líneas maestras de la arquitectura de hierro y cristal tan de moda en Europa a raíz de la exposición Universal de Londres de 1851.
El Palacio tiene planta rectangular con cuatro torreones en las esquinas y una nave central transversal terminada en una amplia bóveda de medio cañón de mucha altura. La planta es de gran amplitud y luminosidad y cuenta con claraboyas y ventanales en las bóvedas. La fachada está realizada en ladrillo de dos colores y en ella destacan los elementos decorativos en relieve y, sobre todo, en cerámica, realizada por Daniel Zuloaga.
Desde su construcción siempre ha albergado importantes muestras de artes plásticas: Anish Kapoor, Martín Chirino, José Manuel Broto, Juan Muñoz, Cindy Sherman, José María Sicilia, Cristina Iglesias, Andreas Gursky, Nan Goldin, Kuitca, Juan Uslé, Axel Hütte o Julian Schnabel, son algunos de los artistas cuya obra se ha exhibido en el Palacio de Velázquez desde finales de los ochenta.
A partir de este miércoles y hasta el 11 de octubre el público podrá visitar la primera gran retrospectiva de Antoni Miralda (Tarrasa, Barcelona, 1942). La exposición “Miralda. De gustibus non disputandum” propone un recorrido por su amplia trayectoria partiendo de un contexto histórico y artístico global, desde sus primeras obras y ceremoniales públicos realizados en París en la década de los sesenta, hasta las grandes intervenciones intercontinentales del proyecto Honeymoon (1986-1992), para llegar al FoodCulturaMuseum (2000-2010), su proyecto más reciente. La muestra se compone de instalaciones, montajes fotográficos, proyecciones de películas, esculturas/monumentos, objetos y dibujos preparatorios.
En otoño abrirá sus puertas una exposición dedicada al fotógrafo Mylayne y en mayo de 2011 el Palacio acogerá la obra del pintor Leon Golub.
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