El pintor chino Wu Guanzhong, uno de los primeros que mezcló los estilos contemporáneos europeos especialmente el impresionismo- con el arte tradicional chino, murió en Pekín a los 90 años, informaron los medios de comunicación del país asiático.
Wu, fallecido el pasado 25 de junio -en China se suele informar de los óbitos con varios días de retraso por respeto a la familia-, pintó con un estilo próximo a los impresionistas franceses, pero usando la tinta negra sobre papel blanco habitual en el arte chino.
El artista fue considerado como «una de las figuras más importantes del arte chino del siglo XX, y también un importante teórico de éste, ya que en sus últimos años escribió varios tratados sobre la pintura contemporánea en el país asiático y ayudó a cambiar la visión que se tenía en China del arte occidental.
Wu nació el 29 de agosto de 1919 en la ciudad de Yixing, en la provincia oriental china de Jiangsu, e inició estudios superiores de ingeniería en la Escuela Industrial de Zhejiang, aunque un año después, en 1936, se decantó por el arte y fue transferido a la Academia Nacional de Artes de Hangzhou.
Clave para su carrera fue su estancia y estudios en París, a donde viajó en 1947 para estudiar en la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes, gracias a una beca estatal.
En una China entonces destrozada por invasiones y guerras civiles, muchos compañeros chinos de Wu en el extranjero eligieron no regresar a su país, pero él optó por regresar al entonces recién fundado régimen comunista de Mao Zedong.
Desde los años 50, Wu introdujo el arte europeo en una China dominada por el realismo social soviético en los distintos centros donde fue profesor, incluyendo la Academia de Arte de Pekín, la Universidad de Tsinghua y el Instituto Central de Arte.
Como tantos intelectuales chinos de la segunda mitad del siglo XX, Wu sufrió los rigores de la Revolución Cultural (1966-76) y fue enviado a un campo de reeducación.
El caos cultural del maoísmo también le privó de ver su arte en exhibiciones, y la primera muestra pública de sus obras se organizó a finales de los 70, cuando él tenía ya 59 años.
En 1991, el Ministerio de Cultura francés le otorgó la Orden del Arte y las Letras, y en 1992 se convirtió en el primer artista chino en exponer en el Museo Británico de Londres.