Madrid es una ciudad impredecible desde que el llamado Festival de Otoño, un festival cultural con cierta tradición que organiza la Comunidad de Madrid, se celebra ahora en Primavera, por ello tenía mis dudas sobre si los llamados Veranos de la Villa podrían transcurrir en Navidades.
Pero no. El festival se está celebrando con un alto nivel artístico y temperatura adecuada a su nombre. La temperatura es importante ya que casi todo el festival se celebra al aire libre y es muy conocido que las noches veraniegas madrileñas, gozan de unas condiciones perfectas.
Eso se ha podido comprobar en el Espacio Puerta del Ángel, en plena Casa de Campo, donde la empresa Municipal, Madrid Espacios y Congresos habilitó un escenario que permite contemplar dos espectáculos a la vez: el musical y una visión de un skyline madrileño algo desconocido.
Allí se han celebrado, durante el mes de Julio, conciertos más dedicados a ese cajón de sastre que podemos denominar como música moderna con aportaciones tan interesantes como Elvis Costello, Paco de Lucía, Sinéad O’Connor, Herbie Hancock o Caetano Veloso, entre otros grandes nombres.
Si el Espacio Puerta del Ángel es realmente singular, que puedo decir del previsto en los Jardines de Sabatini, frente al Palacio Real en uno de mis lugares preferidos de Madrid. Quizás por su cercanía con el Teatro Real que aporta el carácter musical y cosmopolita a todos los rincones, locales y terrazas de la zona.
Allí, en los Jardines de Sabatini se representa actualmente la zarzuela La del manojo de rosas, compuesta por Pablo Sorozábal y con dirección musical y escénica de Lorenzo Ramos y Carlos Fernández de Castro respectivamente. En el reparto nombres ya conocidos como Amanda Serna, Antonio Torres o Enrique del Portal.
A partir de la primera semana de Agosto se sucederán diversos espectáculos en tan bello escenario. Por mi parte tengo cierto interés en escuchar el recital que ofrecerá Monique McDonald con un programa que mezcla arias de Verdi, Puccini y Giordano en la primera parte con obras famosas de la música soul o de famosos musicales de Broadway. Todo ello acompañada por piano clásico y un trío de piano, contrabajo y batería.
Música clásica, ballet y teatro en escenarios absolutamente singulares como el Templo de Debod, complementan la programación de un festival pensado para quienes veraneamos en Madrid. Lo cual no está tan mal. Créanme.