Kate Moss, Claudia Schiffler, Sting, los Jonas Brother, Nicolage Cage o Matthew McConaughey son algunos de los famosos que han vivido espeluznaste situaciones en sus lujosas casas. El último caso lo ha vivido la modelo Kate Moss en su mansión de Londres que comparte con su novio y su hija. Moss ha tenido que recurrir, aconsejada por su pareja, a un chamán para que elimine del hogar las malas vibraciones. Según la pareja la casa tiene energía negativa, razón por la que consideran que le han robado un cuadro valorado en 60.000 dólares, y han sufrido una inundación de aguas fecales que les ha costado 77.000 dólares en pérdidas.
No es el único ni el más macabro de los casos. Se llevan la Palma Sting, Claudia Schiffler y McConaugrey. El líder de Police convive desde hace dos años con fantasmas. Según él, una noche se despertó y se encontró a su mujer en un rincón mirándole fijamente y sosteniendo a un niño. El actor Matthew McConaughey también ha presenciado cosas extrañas. El primer día que durmió en su casa de Los Ángeles, su perro comenzó a ladrar y cuando se asomó a la cocina para ver qué ocurría se encontró a una anciana allí sentada. El actor asegura que el espíritu no es negativo y no le importa convivir con él. Todo lo contrario que a la ‘Top model’ Claudia Schiffer, quien compró una casa en Gran Bretaña que tenía una negra leyenda. Según contaban una monja llamada Penélope vagaba entre las pareces de esta vieja casona del s.XVI y si se descolgaban los cuadros del lugar donde estaban caía una maldición de mala suerte. La modelo acabó llamando en el año 2003 a un exorcista.
Otro actor, Nicolas Cage, compró una casa en 2007 donde supuestamente había vivido un médico durante la época de la esclavitud que cometió varias mutilaciones y asesinatos. El actor dice que no ha pasado ni una sola noche en la casa porque se ven sombras y se escuchan voces. Aún está en venta.
Mucho más ligero es el caso de los Jonas Brothers que se compraron una casa que sufrió un misterioso incendio veinte años antes que quemó su fachada y dónde nada bueno había pasado dentro: fiestas decadentes, amores imposibles e hijos ilegítimos.