España se acerca a la media de la OCDE en la mayor parte de los indicadores educativos presentados este martes en el informe anual sobre educación de la organización, aunque todavía quedan algunas asignaturas pendientes, afirmó la embajadora española ante ese organismo, Cristina Narbona.
Narbona se mostró hoy satisfecha del avance de España en los indicadores y señaló que es el resultado «de muchos años de transformación del sistema educativo».
«España sigue acortando distancias, hace un esfuerzo superior al de otros países respecto al Producto Interior Bruto (PIB) por habitante y eso nos ha permitido acercarnos a la media» de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), dijo.
Este esfuerzo presupuestario, señaló Narbona, «está permitiendo dejar atrás el retraso de generaciones pasadas, de padres y abuelos que no tenían un nivel educativo adecuado».
La embajadora coincidió con las conclusiones del informe anual de la OCDE que señalan que la inversión en educación no debe reducirse en momentos de crisis económica y recordó que el Gobierno español no lo ha hecho.
Aseguró que la educación debe contribuir al cambio en el modelo productivo español impulsado por el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero.
«En el modelo productivo no estamos en la media de la OCDE (…) pero la inversión en educación puede ayudarnos a cambiarlo, agregó.
La embajadora destacó el avance español en algunas estadísticas, como en el número de alumnos por profesor, donde se ha igualado la media de la OCDE.
Sin embargo, reconoció que todavía hay progresos que hacer en algunos puntos y aseguró que en ese sentido van las medidas del Ejecutivo.
«Nunca se ha invertido más que ahora en educación. Tenemos que huir del optimismo, pero nos estamos acercando a otros países. Nunca ha habido tanta gente formada y formándose, afirmó el consejero de Educación de la Embajada, Rafael Bonete.
Bonete destacó el «importante salto» que se ha dado en España en algunas estadísticas, como el número de personas que prosiguen sus estudios más allá del tramo obligatorio, que ha subido 18 puntos porcentuales entre 1998 y 2008.
También han mejorado las cifras de formación de la población adulta, de permanencia en el sistema educativo y de tasa de matriculación y de obtención de títulos.
España, indicó Bonete, ha incrementado su gasto por alumno por encima de su PIB por habitante, lo que le ha situado en ese indicador por delante de la media de la OCDE y que, según el consejero, «es un indicador del esfuerzo del sector público».
Bonete señaló que otras estadísticas indican que España tiene que hacer un esfuerzo para responder a los retos del mercado laboral.
En España es mayor la incidencia del paro entre la población sin formación académica que en el resto de la OCDE y persisten fuertes desajustes entre la titulación de los trabajadores y su función en el mercado laboral.
Además, señaló que por la cultura empresarial española no hay una retribución acorde de las personas de alta formación con su nivel de titulación, algo que se deja traslucir en las estadísticas de la OCDE.