El director de cine británico Terry Gilliam no se da por vencido y quiere hacer su filme sobre Don Quijote, pese a los continuos reveses que sufre su proyecto.
Gilliam, de 69 años, anunció hace unos meses que finalmente iba a rodar su película, titulada «El hombre que mató a Don Quijote, pero quienes iban a financiarla se han echado atrás, según declaró el propio cineasta a la revista «Variety».
«La financiación fracasó hace mes y medio. Yo no debería estar ahora aquí. Tenía que haber comenzado el rodaje, explicó el director a la revista en el festival de cine americano de Deauville (Francia).
«Robert Duval será Don Quijote. También contamos con Ewan McGregor, y ahora buscamos nueva financiación, explicó el realizador, que antes, cuando se vio obligado a abandonar el proyecto inicial, dejó colgado al actor Johnny Depp.
Gilliam lleva años intentando hacer esa película, y sus anteriores intentos quedaron reflejados en el documental «Lost in La Mancha» (Perdidos en La Mancha, 2002), de Keith Fulton y Louis Pepe.
A pesar del último contratiempo, Gillian no está dispuesto a arrojar la toalla y dice no creer en «la maldición del Quijote». «Don Quijote me ofrece algo a lo que aspirar. Tal vez lo que más me asusta es hacer la película, comentó a la revista el realizador de «Brasil» (1985), el filme con el que se inauguró el festival de Deauville.
La película proyectada por Gilliam no es fiel al relato cervantino, sino que cuenta la historia de un ejecutivo del mundo publicitario del siglo XXI que viaja por el túnel del tiempo a la España del XVII, donde se encuentra con el hidalgo español.
Ewan McGregor sería ese ejecutivo, un papel que antes se le había ofrecido a Johnny Depp. La presión para encontrar cuanto antes a quienes financien su filme es más fuerte después de que la productora Warner Brothers y el director Joel Silver anunciasen este verano sus planes de acelerar el rodaje de su propio Don Quijote.
Según el diario británico The Independent, la versión que pretende hacer Silver es una especie de «Piratas del Caribe» trasladada a la Mancha, frente a la mucho más matizada que se propone rodar Gilliam.