El Parlamento Europeo (PE) ha galardonado este jueves al disidente cubano Guillermo Fariñas con su premio Sajarov a la libertad de conciencia, enviando una señal a los ministros de Exteriores de la Unión que el próximo lunes debatirán la política de los Veintisiete hacia La Habana.
La candidatura de Fariñas, impulsada por los conservadores de la Eurocámara, ha sido apoyada también por el grupo Liberal, conformando una mayoría suficiente frente a la postura de socialistas, verdes y comunistas, que defendían otras opciones.
Fariñas se convierte así en el tercer opositor al régimen castrista reconocido con el Sajarov en la última década, tras los premios concedidos a Oswaldo Payá (2002) y a «Las Damas de Blanco» (2005).
Además de un reconocimiento a la labor del periodista y psicólogo cubano en defensa de las libertades, el premio de este jueves supone una nueva señal política del Parlamento ante un posible acercamiento de posturas con La Habana en vísperas de la reunión de ministros de Exteriores comunitarios que se celebrará el lunes en Luxemburgo.
La mayoría de centroderecha de la Eurocámara se opone frontalmente a la modificación de la llamada «posición común», la política que condiciona la relación con Cuba a los avances en materia de derechos humanos.
Mientras, España, y sobre todo el hasta ahora ministro de Exteriores Miguel Ángel Moratinos, ha buscado en los últimos meses poner fin a esa postura aprobada en 1996 a iniciativa del gobierno de José María Aznar.
Aunque la «posición común» apenas tiene consecuencias prácticas, La Habana la ha censurado de forma continua en los últimos años y su eliminación sería vista como un gesto hacia el régimen de los hermanos Castro.
El gobierno socialista español defiende la necesidad de sustituir esa política que considera obsoleta y apuesta por sustituirla por un marco bilateral de relaciones que favorezca la interlocución con todos los sectores de la sociedad cubana.
Sin embargo, países como Suecia o la República Checa han dejado claras sus reticencias, pues exigen más progresos a Cuba.
La revisión anual de la «posición común» estaba prevista para el pasado mes de junio, pero los ministros europeos decidieron esperar al otoño y «dar tiempo» al diálogo entre las autoridades cubanas y la Iglesia católica en la isla, que entonces ya había empezado a dar sus frutos con la liberación de un preso político.
A través de ese proceso, que España ha apoyado, el Gobierno de La Habana se ha comprometido a liberar antes del próximo 7 de noviembre a los 52 presos políticos que quedaban de los 75 opositores encarcelados durante la llamada Primavera Negra de 2003, un episodio que llevó a la UE a imponer sanciones diplomáticas a Cuba.
Por el momento, Cuba ha excarcelado a 39 presos del «Grupo de los 75», en tanto que la Iglesia católica ha anunciado la liberación de otros tres prisioneros políticos que no pertenecen a ese colectivo.
Durante su huelga de hambre de la pasada primavera -una de las más de 20 que ha llevado a cabo-, Fariñas tuvo la posibilidad de ser trasladado a España, algo que rechazó al no tener garantías de poder regresar a Cuba.
«Coco» Fariñas se ha convertido en los últimos años en uno de los símbolos más reconocidos de la disidencia en la isla, donde ha sido encarcelado en varias ocasiones por sus actividades.
El presidente del PE, Jerzy Buzek, confió en que el opositor cubano pueda acudir en diciembre a Estrasburgo (Francia) para recibir el premio, algo que por ejemplo no pudieron hacer «Las Damas de Blanco».
Dedicatoria
Guillermo dedicó el premio a Orlando Zapata, el preso de conciencia muerto en la cárcel tras una huelga de hambre, a los «mártires» por la democracia y al pueblo cubano.
«Este premio no lo ganó Fariñas sino el pueblo cubano», dijo en conversación telefónica desde su domicilio en la ciudad central de Santa Clara.
Fariñas confesó que ha recibido el Sajarov con un sentimiento de «tristeza» porque para llegar a este momento tuvo que morir Orlando Zapata y «ocurrieron cosas muy feas entre cubanos».
Por este motivo, quiso dedicar el galardón en primer lugar a Zapata y a «todos los cubanos que han muerto por la democracia», entre los que destacó también a Pedro Luis Boitel, quien murió en 1972 en la prisión Castillo del Príncipe, tras una huelga de hambre de 53 días.
El psicólogo y periodista independiente de 48 años, que este año protagonizó una huelga de hambre de más de cuatro meses tras la muerte de Zapata, considera que la concesión del Sajarov supone un nuevo reconocimiento a la disidencia interna, al exilio cubano y a los presos políticos que todavía están en prisión.
También agradeció que los demócratas europeos sigan teniendo presente y no olviden la lucha de estos colectivos por las libertades en Cuba.
Fariñas es el tercer opositor cubano que recibe, en menos de diez años, el premio Sajarov del Parlamento europeo, concedido en 2002 al disidente Oswaldo Payá y en 2005 a las Damas de Blanco.
El galardón llega a pocos días de que los ministros de Exteriores de la Unión Europea revisen la llamada «posición común» hacia Cuba, que condiciona el marco de relaciones con La Habana a avances en materia democrática.
En este sentido, Fariñas entiende que la UE debe felicitar al Gobierno de Cuba por el proceso de liberación de presos políticos emprendido este año pero considera que el gesto es aún «insuficiente» para levantar esa posición común.
El Sajarov -dotado con 50.000 euros-, tiene entre su lista de ganadores al surafricano Nelson Mandela, a las Madres de la Plaza de Mayo, al colectivo español contra el terrorismo de ETA «¡Basta Ya!» y al ex secretario general de las Naciones Unidas Kofi Annan, entre otros.