El presidente de la Fundación Príncipe de Asturias, Matías Rodríguez Inciarte, ha destacado el valor de la cultura a la hora de hacer frente a un mundo complejo, asediado por incertidumbres y las dificultades económicas.
La intervención de Inciarte ha abierto este viernes en el Teatro Campoamor de Oviedo la ceremonia de entrega de la XXX edición delos Premios Príncipe de Asturias, presidida por don Felipe y doña Letizia, y con la presencia de la reina Sofía.
Inciarte ha recurrido al poeta inglés Eliot para señalar que la cultura es «simplemente aquello que hace que la vida merezca la pena ser vivida» y que esa cultura está representada este viernes en las personalidades e instituciones a los que este viernes se rinde homenaje en Oviedo con la entregade estos premios.
Ha asegurado que la Fundación Príncipe celebra este año su trigésimo aniversario en un «momento excelente de prestigio y de proyección internacional», situación que ha alcanzado gracias al trabajo pasado y al apoyo de los Príncipes, «sin cuyo aliento, inspiración e interés permanente» no hubiera sido posible.
Inciarte ha calificado de «ejemplar» el relevo que se ha llevado a cabo el pasado año en la Fundación, con el nombramiento de Teresa Sanjurjo como directora de la Fundación en sustitución de Graciano García, el hombre que ocupó este puesto desde la puesta en marcha de estos premios, de los que fue uno de sus principales artífices.
En su opinión, este cambio permitirá mantener «íntegramente todos los valores que han sustentado la rica trayectoria de la Fundación» para continuar, mediante un nuevo impulso, su progreso hacia el futuro.
Tras mostrar su reconocimiento a García y su «total confianza» a la nueva directora, Inciarte ha tenido palabras de reconocimiento para el apoyo mostrado por la Casa Real y, de forma particular, por la Reina, que ha asistido a la ceremonia de entrega de los galardones desde su puesta en marcha.
Por último, Inciarte no ha dudado en señalar que las dificultades actuales se superarán, pero que la Fundación, «acorde con la sensibilidad de los tiempos», está haciendo una «gran esfuerzo de austeridad» sin que afecte a la dignidad institucional.