El colombiano Fernando Botero sedujo a los coleccionistas en una subasta de arte latinoamericano de Christie’s en Nueva York, en la que su obra ‘Family Scene‘ se vendió por 1,7 millones de dólares y donde también brillaron con luz propia piezas del chileno Roberto Matta y el mexicano Rufino Tamayo.
Botero (Medellín, 1932), de quien salieron a la venta once piezas, destacó una vez más por encima del resto de artistas latinoamericanos de la velada al ser el único en superar el millón de dólares con una de sus obras en una puja con la que la conocida casa de subastas recaudó en total 18,43 millones de dólares.
Fue la primera vez que se ofreció en subasta ‘Family Scene‘ (1985), una de las piezas más aclamadas de Botero y en la que queda patente su fascinación por la tauromaquia mediante un retrato de grupo de una familia, y logró superar el valor estimado con el que partía, entre 1 y 1,5 millones de dólares.
‘Obras como ésta son muy difíciles de encontrar, porque marcan una etapa y un género en Botero. Es una de las pinturas de la serie de la fiesta brava que hizo en los ochenta y, además, tiene también una familia, uno de los temas predilectos de los compradores de Botero‘, explicó a Efe el director del departamento de arte Latinoamericano de Christie’s, Virgilio Garza.
La pieza de Botero quedó lejos, sin embargo, del récord del artista, que sigue ostentando ‘Los músicos‘ (1979), un óleo que alcanzó los 2,1 millones de dólares también en Christie’s en la temporada de subastas primaverales de 2006 en Nueva York.
Sobresalieron los precios que consiguieron otras piezas del colombiano, entre las que destacaron el óleo ‘The Copyist‘, que se adjudicó por 602.500 dólares, y, sobre todo, la enorme escultura ‘Seated Woman‘, que se vendió por 842.500 dólares.
‘Botero es un embajador para el arte latinoamericano. El interés por su obra es tan global que ha atraído a coleccionistas de Asia, de Rusia y del resto de Europa. Vienen buscando Botero y terminan interesados por el arte latinoamericano en general‘, indicó Garza, por lo que no extrañaron los buenos resultados de otros artistas.
El ánimo comprador de los coleccionistas quedó así patente en los precios logrados por dos piezas del chileno Roberto Matta (1911-2002): una obra sin título vendida por 842.500 dólares y ‘S’Enroséer‘, por la que se pagaron 866.500 dólares, una cifra muy superior a su estimado de entre 250.000 y 350.000 dólares.
Del mexicano Rufino Tamayo (1899-1991) se vendieron ‘Dos personajes‘ por 842.500 dólares y ‘Claustrophobia‘ por 782.500, ambas por encima del valor propuesto por Christie’s, así como ‘Danza al sol‘, que se adjudicó por 662.500 dólares, dentro de su estimado.
También destacaron los 662.500 dólares pagados por el óleo ‘Una pareja‘, del chileno Claudio Bravo (1936), o los 602.500 dólares que logró ‘From the cave of the heart‘, del cubano Tomás Sánchez (1948), así como el precio que obtuvo la composición ‘Seuil de perception‘, del argentino Julio Le Parc (1928), que se vendió por 506.500 dólares, muy por encima de su estimado.
El arte brasileño reivindicó también su puesto gracias a Beatriz Milhazes (1960), de quien se vendió la pintura ‘Machina‘ por 722.500 dólares -su estimado máximo era de 300.000 dólares-, y a Adriana Varejao (1964), por cuya pieza ‘Paisagem canibal‘ se pagaron 602.500 dólares, cuando partía con un valor máximo de 350.000 dólares.
Por su parte, la casa de subastas Sotheby’s, que el martes acogió una puja dedicada también al arte latinoamericano que continuó hoy en su sede neoyorquina, informó de que recaudó un total de 20.104.250 dólares con unas ventas que marcaron trece precios récord para artistas.
La pieza más importante de las vendidas fue ‘Les Abalochas danesent pour Dhambala, dieu de l’unité‘, del cubano Wifredo Lam (1902-1982), que se adjudicó en la noche del martes por 2,15 millones de dólares, el precio más alto jamás pagado en subasta por una obra de ese autor reconocido como uno de los mayores exponentes del surrealismo en Latinoamérica.