El féretro ha sido traslado hasta la sede de la SGAE procedente del Instituto Anatómico Forense de Madrid, donde al cadáver del cantaor se le ha practicado la autopsia tras la denuncia presentada por su familia por una presunta negligencia médica.
La viuda, Aurora Carbonell, y los tres hijos del cantaor, Estrella, Soledad y Enrique, han sido los primeros en entrar a la sala donde está expuesto el féretro. A las puertas de la capilla, han quedado instalados tres libros de condolencias.
A las puertas de la SGAE, en la céntrica calle madrileña de Fernando VI, había ciudadanos esperando a que se abriera la capilla ardiente, anunciada a las cinco de la tarde.