El cantante Manolo Escobar afirmó este viernes que de retirarse «nada» porque piensa «morir sobre el escenario», y aseguró, respecto al mundo del espectáculo español, que ahora se hace cine con más ambición pero por el contrario, en la copla había antes mejores compositores.
Así lo manifestó el artista en una rueda de prensa que ofreció junto a la concejal de Cultura del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, Maribel Oñate, para informar sobre la representación mañana en el Teatro Guimerá de la capital tinerfeña de su espectáculo «De Manolo a Escobar«, en el que repasa su carrera.
Manolo Escobar, que en 2011 cumple los 80 años, recordó que hace más de un cuarto de siglo que no actúa en el Teatro Guimerá, el primer escenario que pisó en Tenerife y que para él es «especial».
El artista andaluz recordó que hace unos cuatro años, cuando le ofrecieron este espectáculo, se sorprendió porque todas las propuestas que recibía eran «iguales» y de repente le llegó una idea nueva «que me ilusionó».
El espectáculo cuenta con el acompañamiento al piano de Guillermo Marín y un maestro de ceremonias, Fran Arraez, que van relatando la historia del cantante en dos partes, la primera, cuando vestido de manera informal, se cuentan sus inicios en el mundo artístico.
En la segunda parte aparece Escolar con su habitual traje con corbata y canta sus temas más emblemáticos, como «La minifalda», «Y viva España» o «Mi carro».
Precisamente estos tres temas forman parte de las cinco canciones que Manolo Escobar reconoce que no puede jamás dejar de interpretar, junto con «Madrecita María del Carmen» y el «Porrompompero».
Para él en particular, su preferida es «Madrecita María del Carmen», una canción con la que, junto a «En tierra extraña», ha visto lágrimas en los ojos de los espectadores en primera fila «incluidos algunos hombres a los que les daba vergüenza y se iban a una esquina».
Preguntado por un periodista si este es su espectáculo de despedida, Escobar le respondió que «te retirarás tú antes del periodismo que yo de los escenarios», en los que piensa continuar hasta el final mientras el público lo siga aceptando.
En cuanto a si echa de menos el cine, afirmó que hacía películas porque cantaba pues de lo contrario «no hago cine ni de coña», y consideró que su incursión en el mundo del celuloide «no era cuestión mía, sino de los productores».
Ahora cree que hacer una película musical, con muchos exteriores, supondría unos 400 millones de euros pese a que sus filmes eran «para cines de barrio», aunque precisó que son suyas tres de las quince películas españolas más vistas de todos los tiempos.
Sin embargo, apuntó que el cine actual tiene más ambición, lo que no ocurre con la copla, género en el que antes había «mejores autores» quizás porque los discos «se vendían más».
No obstante, manifestó que también se hace buena música y le parece extraordinario «mi paisano David Bisbal» aunque, ironizó, «yo soy un Escobarista tremendo, me gusta todo lo de Manolo Escobar«.
Al respecto, dijo que fue «el fan número uno» de la primera edición de «Operación Triunfo» y de las siguientes convocatorias «no nos acordamos de nadie», pues el concurso tuvo «un impacto muy grande en la música que no se ha sabido aprovechar».
Escobar, que tiene más de 40 discos de oro, subrayó también que de «negativo» no tiene nada y a pesar de haber tenido muchos momentos «tristes», siempre recuerda «lo bien que lo he pasado».
Redacción