El cineasta estadounidense Stanley Kubrick, visionario, demiurgo, creador constante y explorador de la técnica y el lenguaje cinematográficos recibe el homenaje de París, donde la filmoteca francesa presentó hoy su mayor evento del año, dedicado al director.
«Kubrick, la exposición», aterriza en el edificio creado por el arquitecto estadounidense Frank Gehry con un rico despliegue de documentación cedida por la viuda del director, Christiane Kubrick, que se mostró ilusionada por ver el montaje preparado en la capital francesa.
Es la ocasión de explorar «en 3D», como destacaron muy gráficamente los organizadores, el mundo creado en dos dimensiones por el realizador, con maquetas, recreación de ambientes vinculados a sus películas y objetos utilizados en sus rodajes.
«Fue el último director que escribía cartas», recordó a Efe la viuda de Kubrick paseando por la muestra, que exhibe numerosa documentación manuscrita del director: cartas, apuntes, guiones y otros muchos recuerdos que la ex actriz atesoraba hasta que los cedió para la exposición.
«Creo que hicimos algo bueno. Stanley se habría quedado impresionado», comentó al observar la gran cantidad de maquetas, objetos procedentes de rodajes como «2001: Una odisea del espacio» o «Espartaco» y que la familia cedió para esta exposición itinerante.
«Les ponían números para que él pudiera identificarles y darles órdenes», observó al mirar una fotografía con decenas de «extras» que yacen en el suelo junto a carteles con grandes cifras procedente del rodaje en España del «peplum» protagonizado por Kirk Douglas y Jean Simmons.
«Ahora las cosas son mucho más fáciles», dijo esta mujer sobre la técnica -prácticamente artesana en algunos casos, altamente compleja y vinculada a los últimos adelantos en investigación espacial en otros- del maestro, con quien compartió 43 años y para quien firmó pinturas y decorados que salen en «La naranja mecánica» y «Eyes wide shut».
Quien también se quedó impresionado por la abundancia de documentación disponible -carteles originales, correspondencia, guiones anotados, fotos de rodaje, vestidos y atrezzo original- fue Tim Heptner, uno de los comisarios de la muestra.
«Necesitamos ocho meses para analizarlo todo», dijo a Efe Heptner, quien reveló que la intención de los organizadores era «echar un vistazo por detrás de la creación cinematográfica» de quien -dijo- fue «un genio capaz de controlar todos los aspectos vinculados a la realización de un filme».
Filmes polémicos, ‘La naranja mecánica’
Heptner destacó los ejemplos de la polémica que rodeó a algunas de sus obras, como «La naranja mecánica» -que se exhibirá en el cuarenta aniversario de su estreno durante el próximo Festival de Cannes, acompañada de una «lección de actor» de su protagonista, Malcom McDowell- un filme censurado y atacado en el Reino Unido.
Otro de los comisarios, Hans-Peter Reichmann, declaró sobre esta exposición que Kubrick «creó mundos de imágenes que, hasta ahora, ejercen una fascinación que no cede y que continúan inspirando y agitando al espectador».
Reichmann destacó que la muestra -creada originalmente en Fráncfort, por el Deutches Filmmuseum en 2004 y que ha visitado ya Berlín, Melbourne, Gante, Zúrich y Roma- «permite al visitante vivir en tres dimensiones el universo cinematográfico de uno de los grandes artistas del siglo XX».
Efectivamente, los objetos que enseña la Filmoteca Francesa ofrecen testimonio tanto de los primeros pasos artísticos de Kubrick, desde sus comienzos en la revista «Look», como de sus invenciones técnicas, entre ellas el uso del objetivo Zeiss Planar f/0.7 de la NASA en una cámara Mitchell BNC de 35 mm.
Fue la que le permitió filmar las inolvidables escenas de «Barry Lindon» a la luz únicamente de las velas, un prodigio técnico al nivel del de la «proyección frontal», utilizada en «2001: Una odisea del espacio», y que el visitante puede comprobar en un decorado similar al que sirve en el filme para ilustrar el origen de la humanidad.
La actriz Marisa Berenson, presente en el acto de presentación en París, contó a Efe que no había nadie más informado que Stanley cuando trataba un tema. «Tenía una visión de los seres humanos y del mundo que era muy realista pero lo demostraba a menudo de una forma muy surrealista», agregó.
La protagonista de «Barry Lindon» consideró que Kubrick era un «visionario», y que «cada vez que tomaba un tema ya se situaba en el futuro y pensaba en cosas que nadie había pensado».
«Denunciaba la sociedad, la violencia, el lado más extraño de los seres humanos, las facetas más profundas, las más extrañas, y las expresaba de una forma tan veraz…entraba en lo más profundo y extraño del alma humana, y eso es lo que es fascinante de sus películas».
Redacción