Elsa Pataky, que este viernes se estrena como nueva compañera de Vin Diesel en la quinta parte de la saga «Fast and Furious», ha manifestado su admiración por el «duro» trabajo de sus antecesores en el cine de Hollywood, Antonio Banderas, Javier Bardem y Penélope Cruz: «me quito el sombrero».
«La lucha es constante y donde han llegado ellos no es nada fácil estar», ha señalado la actriz en un encuentro con varios medios para promocionar la película junto a su compañero de reparto y productor de la cinta.
«Con su maravilloso trabajo no solo han dejado muy alto el listón, sino que la imagen que nos precede (a los actores que llegan a Hollywood) nos abre las puertas y hace que nos den oportunidades», ha dicho.
Enfundada en un vestido de cuero viejo con troquelados en beige y subida a unos tacones de vértigo, Pataky ha desvelado entre risas que, por la noche, compite con su marido, Chris Hemsworth, protagonista de «Thor», para ver quién de los dos ha hecho más entrevistas durante el día.
«Es muy curioso -dice- pero es que nunca ha pasado que una pareja estrene cada uno el mismo día una película supertaquillera», aunque ella apuesta por la suya. «Y más aquí, en España», donde asegura que extraña trabajar porque hacerlo en Hollywood es «mucho más frío».
En esta secuela, los protagonistas originales, el expolicía Brian O’Conner (Paul Walker), su novia Mia Toretto (Jordana Brewster) y su cuñado, el exconvicto Dom Toretto (Vin Diesel) -aguerridos pilotos de carreras clandestinas-, se esconden de la ley en Río de Janeiro.
Allí deciden realizar un último trabajo para ganar su libertad: «desplumar» a Reyes (Joaquim de Almeida), un corrupto hombre de negocios que maneja los negocios en las favelas.
El agente Luke Hobbs (Dwayne Johnson) y su asistente Elena (Elsa Pataky) buscan a los huidos en el campo de batalla de las calles brasileñas donde los federales, los hombres de Reyes y el equipo montado por Dom para dar el golpe se confunden entre interminables e intrépidas persecuciones en coche: la marca de la casa.
Aunque la saga se inició hace ahora diez años, con «A todo gas» (2001), dirigida por Rob Cohen, Diesel afirma que esta quinta parte tiene vocación de continuación de aquella: «Quería que la audiencia reconociera a los personajes, pero que no la sintiera como algo obvio».
De hecho, la única que falta -aunque no del todo, porque hay sorpresa al final- es Michelle Rodríguez («Letty», la novia de Dom) fallecida en la previa «Fast and Furious: Aún más rápido» (2009).
«Con Elsa he sentido la misma química que noté hace diez años con Michelle. Ella tiene la belleza, incluso la inocencia y la sensibilidad necesaria para que el público empatizara con ella -ha dicho Diesel- pero en el cine también hace falta química».
La lucha contra los narcos y la pasión por la velocidad y los coches, unidas a la pericia como pilotos de sus protagonistas -chicos y chicas por igual- y el emocionado canto a la amistad y a la familia son la base del éxito de la saga:
«Es una película de acción, de tiros, de persecuciones, pero hay un trasfondo de sentimientos. Para Dom -aclara Pataky- la amistad, la familia y el amor son lo más importante, y Vin me ha dado la responsabilidad de hacer creíble todo eso», ya que convierte a la actriz española en su nueva pareja.
Diesel, que ha bromeado con el hecho de que Pataky y él compartan fecha de cumpleaños, ha dejado caer que «le encantan» las películas románticas y «meter» en las de acción mucho sentimiento.
También ha desvelado que, en la próxima entrega, Pataky «va a tener que pelear por su hombre: ya ha sufrido la pérdida de su amor una vez y no creo que se conforme fácilmente».
En «Fast and Furious 5» ya se apuntan por dónde pueden ir los tiros de la sexta: la agente Mónica Fuentes (Eva Méndes) -que aparece en la dos- insinúa que la «fallecida» novia de Dom, «Letty» podría estar viva y «actuando» en Berlín.
Redacción