Si hay algo que adora Hollywood es un buen «comeback», un brillante regreso artístico tras un descenso a los infiernos en lo personal, y eso es precisamente lo que consigue Jodie Foster en «El castor» con Mel Gibson, cuya actuación se considera ya una de las mejores de su carrera.
El actor, acusado de un delito menor por una agresión a su expareja, la rusa Oksana Grigorieva, alcanzó en marzo un acuerdo extrajudicial por el que quedaba en libertad condicional no supervisada durante un periodo de tres años.
Su imagen pública, ya muy deteriorada cuando en 2006 declaró, en estado ebrio, que los judíos tenían la culpa «de todas las guerras del mundo», empeoró en 2010 con aquel maltrato y sobre todo a raíz de la filtración de unas conversaciones telefónicas grabadas por Grigorieva, en las que Gibson la insultaba y denigraba.
¿Podrá ahora «El castor», que se estrena en EEUU el próximo 6 de mayo, reconciliar al público estadounidense con el actor? «No tengo ni idea», admitió esta semana Foster en respuesta a una pregunta de Efe, durante un encuentro con un reducido grupo de periodistas en un hotel de Beverly Hills.
«En la lista de prioridades y problemas en su vida esa debe ocupar la tercera o cuarta posición ahora mismo. Tiene cosas más importantes de las que ocuparse primero», añadió la directora y protagonista del filme, para quien Gibson «es un hombre de talento enorme y un magnífico cineasta».
Por ello, se mostró «segura» de que «encontrará el camino para volver a relatar historias porque -subrayó- es uno de los mejores directores» estadounidenses.
Lo cierto es que las críticas sitúan su actuación como una de las mejores del año hasta ahora e incluso la web del diario Los Angeles Times publicó una encuesta acerca de un posible Óscar para el actor.
Gibson da vida en «El castor» a Walter Black, un hombre de negocios de gran éxito en el pasado que vive sumido en una grave depresión y que no logra encontrar nada que le devuelva la ilusión, lo que desemboca en que su esposa (Foster) opte por la separación.
Pero justo cuando toca fondo (el arte imita a la vida en este sentido), Black se topa con un muñeco de trapo en forma de castor a través del cual retomará su personalidad, luchará por su familia y redescubrirá el sentido de la vida.
«Es un actor increíble», declaró Foster, de 48 años. «Me encanta trabajar con él; de hecho, es con quien más a gusto he estado en toda mi carrera. Y todo el mundo lo siente así en Hollywood. Tiene la perfecta combinación de delicadeza e ingenio que el personaje necesitaba y entiende el sufrimiento por el que pasa. Conoce los oscuros recovecos en los que Walter se adentra», explicó.
Foster, dos veces ganadora del Óscar («The Accused» y «El silencio de los corderos»), vuelve a ponerse tras las cámaras dieciséis años después de «Home For the Holidays» (1995), y apuesta de nuevo por afrontar una temática sobre problemas en el núcleo familiar como ya hiciera en ese filme y en su ópera prima, «El pequeño Tate» (1991).
«Dirigir y actuar a la vez puede resultar un reto, pero para mí es extremadamente sencillo. Lo complicado es relacionarte con los demás actores, y en este caso los conocía a la perfección. Por suerte Mel no es nada neurótico y es muy sencillo en el trato. Yo, como actriz, doy lo que espero de mí, pero falta ese factor sorpresa que podrían dar otros», declaró.
Foster espera que no pase tanto tiempo hasta que vuelva a dirigir otra película, aunque su principal ocupación en los últimos años es cuidar de sus dos hijos, de 12 y 10 años.
«Ya es duro hacer una sola cosa bien, así que no te cuento diez a la vez. Ser madre te exige todo el tiempo, al igual que ser actriz, pero mis hijos son ya mayores y lo llevan bien», explicó la protagonista de títulos como «Taxi Driver», «Nell», «Contact» o «La habitación del pánico», quien ya ha firmado el contrato para su próximo proyecto: la cinta de ciencia-ficción «Elysium».
Y concluyó: «Me atrae poder trabajar con Neil Blomkamp. Creo que ‘District 9’ es lo más cercano que existe a una película perfecta y quería formar parte de una cinta de este tipo, con un importante comentario social a través de ese género».
Redacción