«Amaral», Christina Rosenvinge, Nacho Vegas y Hughes Aufrat, cuatro artistas unidos por un denominador común, Bob Dylan. Una variada alianza de músicos que se ha reunido esta noche en la azotea del Círculo de Bellas Artes de Madrid, para rendir un sentido homenaje al legendario cantautor estadounidense.
En un sobria y elegante actuación, en la línea de lo que se espera de un concierto de estas características, todos ellos han intercalado canciones propias con versiones de temas del cantante de Minessota, a las que han imprimido parte de su sello pero sin abandonar en todo momento un estilo claramente «dylaniano».
La noche empezó suave, con una comedida Christina Rosenvinge que interpretó su composición «Canción del Eco», para posteriormente lanzarse con una versión «plagiada» -en palabras de la cantante- del tema de Dylan, «Don’t think twice, it’s all right». De este modo, sencillo y contenido, Rosenvinge ha ido calentando los motores del evento, y no ha dudado en acusar a Dylan de ser uno de los «culpables» de que ella se dedique a la canción.
Nacho Vegas ha sido el siguiente en felicitar a uno de los compositores más influyentes de la música moderna, y ha sorprendido al público con «Extranjero», una inesperada versión de un tema de Leonard Cohen, quien, según Vegas, es otro de los grandes creadores del siglo XX. Después, el artista asturiano se ha atrevido a trasladar a Dylan al castellano, con el tema «Un simple guiño del destino», algo que nunca había hecho anteriormente por el profundo «respeto» -dice- que le impone el músico americano, pero de lo que ha salido bastante bien parado.
Ya con la noche prácticamente entrada y el público entregado, los terceros en actuar han sido el dúo «Amaral», quienes se han metido a los asistentes en el bolsillo con «Hacia lo salvaje» y, especialmente, «Llegará la tormenta», acertadísima adaptación a nuestro idioma de «A hard rain’s gonna fall».
Con el concierto en su punto álgido, ha sido el momento para que «Amaral», Rosenvinge y Vegas compartieran el escenario y unieran sus voces e instrumentos con solventes resultados en un único tema, «Dead is not the end». Tras los músicos españoles, llegó el turno del cantautor francés de origen español Hugues Aufray, especializado en versionar a Dylan al idioma galo, en lo que ha sido un perfecto fin de fiesta que ha seducido por completo a los asistentes.
«Like a Rolling Stone», «Heartland» o «Don’t think twice, it’s all right», han sonado con maestría en los labios e instrumentos de este Dylan francés, quien ha insistido en que él no traduce la poesía del genio estadounidense ya que «eso es imposible» -indica-, sino que la «traslada» a través de otros idiomas.
Pero la música de Aufray no se reduce a Dylan y por ello, con el público reclamando más canciones, ha decidido entregar uno de sus temas propios y más conocidos, «Santiano», con el que ha cerrado la noche. Así, el concierto ha supuesto una emotiva y muy sincera felicitación de cumpleaños a un genio indiscutible, la cual ha servido para recordarnos que Dylan, aun septuagenario, permanecerá siempre joven en los corazones de los aficionados a la música.
Carlos Palencia/Efe