Mucho predicar austeridad a efectos retóricos, pero el Gobierno no tiene intención de adoptar medidas concretas. Así se puso de manifiesto en el Senado, con la derrota de una iniciativa del PP que pretendía —entre otras cosas— reducir drásticamente el personal eventual de las administraciones públicas, facilitar la privatización de televisiones autonómicas o establecer límites de gasto a nivel regional y local. Mientras la oposición ofrece propuestas razonables, el Ejecutivo habla mucho pero no hace nada. El interés general sale perjudicado, porque sin reducción del gasto no hay salida de la crisis. Estamos viendo las cuentas de las autonomías, estos días veremos las de los ayuntamientos, en poco tiempo tendremos noticias de las cuentas reales del Estado y sin tomar las medidas adecuadas aunque impopulares estamos alargando la crisis. Por eso me atrevo a pedir que, aprovechando que el Ministro de Interior ha de dejar su cargo por incompatibilidad con ser candidato del PSOE, se convoquen elecciones anticipadas.