«Bárbaro» y «fenomenal» es como se encuentra el cantante Raphael ahora que cumple 50 años de profesión. El artista, que ha tenido que superar un trasplante de hígado, ha afirmado que la enfermedad es lo mejor que le ha pasado en la vida, pues no sólo ha salido más reforzado de ella sino que además le ha llevado a valorar «las cosas normales, las de todo el mundo, las pequeñas».
En una entrevista a la revista ‘Lecturas’, el cantante, que actuará próximamente en Madrid y en otros puntos como Nueva York, Moscú, Buenos Aires y Barcelona, ha dado las gracias a la vida por levantarse cada mañana y poder mirarse al espejo mientras se afeita. Con su enfermedad, de la que ya se ha recuperado, ha aprendido también «a ir por la vida sin prisas».
Respecto a su esposa, la periodista Natalia Figueroa, con la que lleva 40 años de relación, el artista ha señalado que ambos se han «querido sin condiciones» y, para él, es mujer única y maravillosa. En el caso de su hijo Manuel, que sigue sus pasos como cantante, Raphael se siente encantado de ello, pero prefiere no aconsejarle y darle independencia.
Según el artista, es fundamental examinarse diariamente en «ser feliz», dando al público y a su familia lo mismo que ellos le ofrecen a él. Por ahora, Raphael ha precisado que su elemento clave, la ilusión, la sigue conservando, ya que está «poniendo en práctica» lo que ha aprendido en los últimos 50 años.
No obstante, el cantante ha indicado que si algún día pierde esa ilusión, se irá de vacaciones, ya que entonces será cuando se termine todo. Pese a ello, ha considerado que nunca podría abandonar los escenarios, ya que quien «nace artista, muere artista».
Estrella Digital/EP