Los entrañables teleñecos de Barrio Sésamo centran una colorida exposición en el Museo de la Imagen en Movimiento de Nueva York, que transportará a más de un visitante a sus años de infancia.
«El mundo fantástico de Jim Henson» está organizada por el Instituto Smithsonian -un centro de educación e investigación que posee además un centro de museos asociado- en el marco de las celebraciones del que habría sido el 75 aniversario del nacimiento del artista el próximo 24 de septiembre.
«Creo que Henson habría disfrutado mucho con esta exhibición», dijo el jefe de exposiciones del museo, David Schwartz, durante la presentación a la prensa de esta muestra que se abre mañana al público y permanecerá hasta enero de 2012.
A los elogios de Schwartz, que calificó de «colorida, traviesa y elegante» la muestra, se unió también el director del museo, Carl Goodman, quien destacó las innovaciones técnicas y los efectos especiales que hicieron famoso a Henson desde el lanzamiento hace ya más de cuatro décadas de la popular serie de televisión infantil.
La exposición, que estará abierta hasta el próximo 16 de enero en la recién renovada sede del museo en el barrio de Astoria (Queens), a no mucha distancia de los estudios donde hoy se sigue grabando Barrio Sésamo, cuenta con más de 120 objetos, desde dibujos y animaciones hasta guiones gráficos y material visual, que ilustran la creatividad sin límite y los innumerables logros del titiritero.
«Es un personaje singular en la historia del entretenimiento cuyo trabajo inspiró a generaciones de artistas creativos», afirmó el presidente de la junta directiva del museo, Herbert Schlosser, al tiempo que destacó que la «ingenuidad» y las «habilidades artísticas» de Henson ayudaron a educar y entretener a audiencias de todo el mundo.
Hablar de Henson es hacerlo de su marioneta estrella, la rana Gustavo, a la que llegó a referirse alguna vez como su «alter ego», y que ocupa un lugar especial en la exposición dando la bienvenida a los visitantes, que también podrán disfrutar con unas llamativas marionetas de Epi y Blás o de la cerdita Peggy.
La exposición cuenta con el respaldo de los responsables del legado de Jim Henson, cuyo presidente, Craig Shemin, explicó a Efe que parte del material exhibido es inédito y que fue localizado en varias cajas durante una mudanza, mientras que una de sus hijas, Cheryl Henson, dijo estar «encantada» de traer a Nueva York una parte del trabajo de su padre.
Distribuidos a lo largo de un entrañable recorrido por las distintas etapas de la vida de Henson, los visitantes podrán hacerse una idea de la forma de trabajar del titiritero, quien siendo joven dejó su Misisipi natal para afincarse definitivamente en Nueva York, ciudad en la que trabajó el resto de su vida y en la que falleció hace ya más de dos décadas.
La exposición permite contemplar desde algunos de los primeros dibujos de la etapa universitaria del artista en los años cincuenta, pasando por bocetos de los teleñecos originales ideados a mediados de los sesenta, hasta los recordados personajes de la serie «Fraggel Rock», entre los que llama la atención Cantus y Gobo.
Hasta el próximo septiembre, mes en el que se conmemora el aniversario del nacimiento de Henson, el Museo de la Imagen en Movimiento ha programado diferentes actividades, que incluyen pases de fin de semana para ver «La película de los teleñecos» (1979), en julio, y «Cristal oscuro» (1982) o «Los teleñecos toman Manhattan» (1984), en agosto.
La viuda del titiritero, Jane Henson, será la anfitriona en septiembre próximo de un programa especial en el que abrirá el archivo fotográfico familiar para compartir anécdotas sobre los primeros años del creador de los teleñecos, además de pase especial de «Time Piece» (1965), el cortometraje experimental de Henson que llegó a estar nominado para un Oscar.
Emilio López Romero/Efe