Se les acabo el amor… y no precisamente de tanto usarlo. La exSpice ha puesto punto y final a una relación que parece que no tenía mucho futuro, ya que Henry Beckwith vivía por y para la diversión y Geri, que casi no le veía el pelo, ya quería sentar cabeza.
Dos años ha durado su historia. Más de 700 días en los que según apunta ‘The Sun’, Geri Halliwell ha tenido que consentir que su pareja, «Henry Beckwith solo pensase en salir de fiesta y echar el ojo a otras mujeres».
Se llevan seis años de diferencia, pero con las declaraciones que ha desvelado la fuente cercana al periódico británico parece que el aristócrata vivía en una eterna adolescencia. «No quería casarse ni tener familia», añadía.
Pero si ya Geri se había dado cuenta de que las cosas no funcionaban, puede que lo sucedido el pasado sábado haya sido la gota que colmo el vaso. Henry no acudió a la fiesta de cumpleaños que su novia celebró en el club Annabel’s de Londres.
Así que la exSpice Gil cumplió 38 años sin su chico, pero rodeada de gente que parece que sí la toma en serio, como por ejemplo su hermana Natilie que se ha convertido en su paño de lágrimas y su hijo Bluebell Madonna, de cuatro años, fruto de una relación pasajera con Sacha Gervasi.
Redacción