A Cayetana ya todo le da igual. Ella está centrada en su boda con el funcionario y cada día lo tiene más claro. Sus hijos ya tienen la herencia repartida, así que ahora el enlace está un poquito más cerca. Con un rotundo «sí», la Duquesa nos hizo partícipes de su inmensa felicidad. Por fin suenan campanas de boda…
La Duquesa de Alba se ha vuelto a escapar para ultimar los detalles de su próxima y esperada boda con Alfonso Díez. Ya la vimos pasando unos días en San Sebastián donde, del brazo de su pareja, entró en un conocido restaurante.
Desde entonces, las alarmas sobre que Doña Cayetana podría preparar el menú de su ceremonia con el prestigioso cocinero Arzak, se han disparado. La pareja se despidió cariñosamente del anfitrión que, sin duda, les conquistó con sus sabrosos platos y, quién sabe, podrían llegar a ponerlos en su boda.
Pues bien, ahora y bajo el consejo de su futuro marido, vimos a la Duquesa eligiendo nueva lencería. Juvenil, liberal y coqueta, a Doña Cayetana no le falta de nada, ni siquiera tapujos a la hora de emprender esta nueva vida.
Así que llevó al funcionario a una tienda de lencería donde las señoras alucinaron con su presencia. La sentaron y le enseñaron todos los modelitos: sexys, convencionales o de lo más atrevidos. No sabemos cuál elegiría la Duquesa, pero sí que renovó su ropa interior acompañada de Alfonso Díez.
Redacción