Al rojo vivo, así estuvo la copresentadora, mientras que sus compañeros no quisieron decir ni ‘mu’. Y es que la guerra está de nuevo servida: Alessandro Lecquio acusó a Fran de estar cobrando el paro de manera fraudulenta.
Ya se sabe que quien hable de la Esteban tendrá que batallar con ella y más aún si le tocan a su Fran bañado de problemas económicos. La polémica comenzó cuando el ex de Anita Obregón habló de «la posibilidad de que Fran estuviese incurriendo una situación de fraude parecida al de la Campanario».
No sabemos qué dolió más a Belén Esteban: que acusasen a su marido o que le comparasen con la mujer de Jesulín de Ubrique. Sea como fuese, la de San Blas volvió a hacerse dueña del plató de Telecinco para asegurar que ella habló siempre de que Fran se fue del bar, pero la realidad no es esa.
«Mi suegro echó a su hijo del bar», confesó la ex del diestro, a la par que gritaba: «¿Tengo que contar todo lo que pasa? ¿Es mejor decir que se ha ido o que posiblemente le hayan echado? ¿Para qué? ¿Para que vayan las cámaras a su negocio?».
Tras aclarar que Fran cumplía con la ley y pedir que no se la comparase con la Campanario comenzaron las amenazas contra Lecquio, que si pensaba que dejando caer esta suculenta noticia se iba a ir de rositas lo llevaba claro: «Que hable él de sus negocios, de sus exclusivas, que como me tiren de la lengua lo mismo Hacienda quita muchas cosas».
Y por si la cosa no estaba del todo calentita, Kiko Matamoros puso la guinda del pastel: «Con todo el dinero que ganas tú ¿Qué necesidad tienes de que tu marido cobre el paro», a lo que la Esteban contestó: «mi marido, no soy yo. Vete a la mierda».