Así piropeó mi vecina de butaca cuando José Bros finalizaba una de sus interpretaciones. El recital se celebraba en “ese apacible rincón de Madrid” que se llama Teatro de la Zarzuela.
Bros conmemoraba los veinte años desde su debut en Sabadell con Don Giovanni y Don Pasquale. En 1992 apareció en el Liceu con Anna Bolena junto a Edita Gruberoba. Fue un éxito que le abrió las puertas de los teatros más famosos del mundo.
En Madrid se dio a conocer con la Tabernera del Puerto en el mismo teatro de La Zarzuela y la capital le acogió con cariño, sin reservas, entusiasmada por ese timbre de voz que recordaba a Carreras o a Aragall. También al recordado maestro Kraus.
Desde entonces los éxitos se han acumulado y aunque en este año no está programado en el Teatro Real, si se le espera con impaciencia su presencia en la próxima temporada según mis informaciones.
El recital que llevaba como título Desde el Corazón alternaba romanzas de zarzuelas y canciones románticas con la Orquesta de la Comunidad de Madrid, bajo la dirección de José Mª Moreno que mantuvo el elevado nivel artístico del mismo.
Una bellísima canción de Antón García Abril: Canto porque estoy alegre, que el cantante dedicó a María, su mujer, ante la presencia del compositor, cerró el programa y dio paso a los llamados “bises” que consiguieron elevar la emoción de un público que agradeció la entrega y arte de Bros.
Particularmente me encantó su interpretación de la Jota de la obra El Trust de los Tenorios obra que ha abierto esta temporada de La Zarzuela y que, por lo menos en su estreno no salió tan bien parada. Es mi opinión, que se le va a hacer.
Concha Carbajo