Año tras año, la mundialmente afamada revista GQ otorga sus premios anuales a los hombres más destacados de la temporada. Por una vez, el sector masculino se convierte en ese gran protagonista de alfombra roja. Los galanes más atractivos del momento sacaron a relucir sus mejores galas y nos dejaron a todos con la boca abierta.
Aunque no eran de los nuestros y venían del otro lado del charco, Mark Vanderloo y Stephen Dorff acapararon casi toda la atención de la prensa. De hecho, el protagonista de Blade fue nombrado por la revista GQ como mejor actor internacional.
Pero además, el joven actor nos deleitó con una elegancia extrema. Chaqueta, pantalón, chaleco, corbata y zapatos negros que contrastaban con una camisa blanca. Su innegable atractivo físico ponía la guinda al pastel. Sin duda, lo mejorcito de la noche.
El otro gran protagonista de la noche fue Mark Vanderloo, quien también recibió su premio, el de hombre Hugo Boss. El ex marido de Esther Cañadas prefirió un look total black con chaqueta y pantalones de terciopelo, pero sin corbata ni pajarita.
Otro de los galardonados con un GQ, el de estrella del año, fue Mario Vaquerizo quien llegó acompañado de su mujer Alaska y luciendo un esmoquin negro y ultra ajustado, pajarita y camisa blanca abrochada hasta arriba. Mario nunca falla a su estilo.
Xabi Alonso y Álvaro Arbeloa, dos futbolistas con categoría
No todos los piropos van a ser para la parte internacional. Nuestros famosos más glamourosos también dejaron el listón bien alto. Xabi Alonso, mejor deportista según GQ, llegó de la mano de su espectacular mujer y vistiendo un impecable esmoquin completo en el que resaltaba la chaqueta de terciopelo.
Y de un futbolista a otro. Álvaro Arbeloa, también con su esposa y de esmoquin, fue también de los hombres más elegantes que pisó el photocall de la noche GQ.
Del terreno de juego pasamos al séptimo arte. En esta categoría nos encontramos con dos jovenzuelos de lo más atractivo. Entre ambos, sin duda, nos quedamos con Quim Gutiérrez. El protagonista de Azul oscuro casi negro lució también la prenda estrella del evento: el esmoquin, pero él prefirió llevar la chaqueta ribeteada de raso.
Finalmente, Álex González con una americana en color chocolate que desprendía diferentes destellos según le diera la luz que combinó con pantalones estrechos, camisa blanca y corbata slim, fue el peor parado en cuanto a estilo.
Estrella Digital/EP