Tras protagonizar muchas canciones de amor a sus fans, parece que A.J. McLean ha cantado la sonata adecuada y ha conseguido que su relación con Rochelle Karidis DeAnna haya dado el paso final hacia el máximo compromiso. Así, en la salud y en la enfermedad, el cantante ha encontrado el amor verdadero.
El pasado sábado 17 de diciembre, A.J. leyó sus votos junto con su pareja, Rochelle Karidis DeAnna. El cantante, pese a su estilo fashionista, desenfadado y rebelde, no ha podido sentirse más feliz y estar más involucrado en los preparativos de su enlace.
Desde el pasado mes de abril, A.J. ha estado dándolo todo para conseguir tener una boda de cuento. «He estado muy involucrado en mi boda», reconocía según ‘People’.
La ceremonia tuvo lugar bajo una carpa transparente en jardín del Palacio de Cristal del Beverly Hillss Hotel. «Lo tengo todo bajo control», admitía A.J. durante los preparativos previos al evento. El jardín fue adornado con hortensias blancas y velas para lograr un ambiente muy romántico.
Según ha confirmado un invitado a la ceremonia: «A.J. estaba muy feliz. Se le veía muy emocionado». El conjunto que eligió el cantante no dejó de lado su estilo personal, ya que aderezó el esmoquín con una corbata de color rojo».
McLean no podía dejar de tuitear en los momentos previos a la boda: «La boda es mañana». Y, «Ro y yo apenas hemos podido dormir esta noche. Estamos muy excitados».
Tras la boda, llegó la cena y el baile que se extendió hasta altas horas de la madrugada.
Aunque la pareja se mudó de Hollywood a la zona residencial de El Valle para tener más espacio para su nueva familia, antes de que las habladurías sobre el siguiente paso, por el que muchos se preguntan, lleguen a más, A.J. ha querido dejar clara la opinión de ambos sobre los niños: «Vamos a estar casados durante unos tres años antes de tener hijos».
Redacción