El dueño de Max, un mastin argentino, acudía al programa de la KUSA-TV de Denver porque su mascota tenía una historia que contar. El animal fue rescatado por los bomberos tras pasar horas en un estanque helado. A la presentadora Kyle Dyer le pareció una buena noticia y lo llevó a su plató. Luego se arrepentiría.
La presentadora no dudó en acariciar al perro durante la entrevista, pero cuando acercó la cara al animal, éste le mordió el labio. Dyer tuvo que ser trasladada de urgencia al hospital para someterse a una cirugía de reconstrucción facial.
El dueño de Max no entiende qué pudo pasar porque el perro parecía normal antes del programa. Pasó 45 minutos en la sala de prensa mientras todo el mundo lo acariciaba. Tras el suceso, Max fue encerrado y su dueño multado. Mientras, la presentadora sigue en su casa recuperándose de un mordisco que la tendrá varias semanas retirada de los focos.
Redacción Estrella Digital