La verdadera tragedia de Whitney Houston fue verse obligada a romper con su novia, Robyn Crawford, narra el diario británico Daily Mail. Un testigo de esa relación asegura que conoció Whitney y a su pareja en 1991 en Londres durante un evento sobre el VIH. Éste testigo asegura que estaban muy enamoradas. «Su intimidad y afecto era dulce y romántico –cuenta al diario británico-. Se cogían las manos en la parte trasera del coche como adolescentes. Era evidente que era algo más que amigas, que eran una pareja hermosa y feliz. Ver su amor era contagioso».
Según el testigo, ésta fue la época más feliz de Whitney, en la cima de su carrera y con Robyn Crawford. Pero, la estrella sufrió la presión de la familia y de la iglesia para poner fin a su mayor amor. Tenía miedo a los efectos que los rumores de lesbiana podrían tener sobre su familia, su reputación y su carrera. Finalmente sucumbió, dejó atrás varios años de relación con su novia y acabó casándose con Bobby Brown.
El matrimonio fue un desastre. Bobby nunca fue su alma gemela y la vida de Whitney comenzó a ir cuesta abajo. De saludable a refugiarse en el alcohol y las drogas, evidencia de «infelicidad», cuenta el periódico y añade que existe una correlación entre la negación de la propia sexualidad y una propensión a la conducta autodestructiva.
El propio exmarido de la cantante insinuó en su biografía que se había casado con él para disipar los rumores de lesbiana.
Redacción Estrella Digital