La Gioconda del Prado que cautivó al público español, descansa ahora en el museo parisino de Louvre, donde se encuentra su gemela. La auténtica Gioconda pintada por Leonardo Da Vinci.
El museo parisino decidió colocar a la homónima española en otra sala diferente para que no coincida con la de Da Vinci, argumentado que no existe motivo alguno para mostrar las dos obras juntas. Aseguran que la española no deja de ser una copia aunque se realizara al mismo tiempo y en el mismo taller que la de Da Vinci.
El Louvre acoge hasta el 25 de julio a la Gioconda de Madrid dentro de una exposición que lleva por lema “La última obra maestra de Leonardo Da Vinci. Santa Ana”.
El colorido portentoso de la Gioconda española contrasta con los tonos más apagados de su hermana parisina, oscurecida por la oxidación de los barnices que se le aplicaron para proteger la pintura.
En octubre del 2004 la obra maestra de Da Vinci fue sometida a un minucioso estudio. Entonces se le hicieron radiografías, reflectografías por infrarrojos, digitalización en 3D y un sinfín de pruebas.
Redacción Estrella Digital/EP