¿Qué secretos de alcoba se escoden detrás de las estrellas? Una pregunta muy recurrente que por primera vez conoce una respuesta. El libro Las 1.001 fantasías más eróticas y salvajes de la historia, recoge los testimonios de los vicios y fetiches de los famosos de puertas hacia dentro.
Los asientos traseros de los coches son para la guapísima Scarlett Johansson, el lugar perfecto para mantener relaciones sexuales. Pero no es la única a la que le gusta jugar con el morbo de ser descubiertos.
El escritor Fernando Sánchez Dragó asegura haber hecho el amor en lugares tan extraños como detrás de un confesionario en la catedral de Sigüenza. Y el cantante George Michael va más allá practicando el conocido como ‘dogging’, encuentros sexuales con personas desconocidas al aire libre.
La autora Roser Amills recoge además en su libro, el fetichismo de cantantes como Madonna, que plasmó incluso en la portada de su disco ‘Erótica’, en donde aparecía chupándole un pie a la modelo Naomi Capbell.
Hay otras estrellas a las que les gusta practicar juegos en la cama como Amy Winehouse, que aseguraba disfrutar mucho con sesiones de ‘spanking’, es decir, recibir azotes en el trasero durante el acto sexual.
Eva Longoria también ha confesado encontrar mucho placer en el hecho de ser sometido por la otra persona, y en una entrevista confesó: «Me gusta que en la cama me dirijan. Encuentro algo muy excitante en ser sumisa y no me disgusta que me aten con pañuelos de seda».
Si es que en temas de cama, hay una gran disparidad de preferencias para conseguir placer.
Estrella Digital/EP