Para Miley estos últimos años han marcado una nueva etapa en la que prefiere estar más tiempo sola, por lo que ha empezado – según ella misma reconoce- a disfrutar de su intimidad después, de que la prensa la acosara demasiado.
Según recuerda tenía que estar siempre sonriendo y decir siempre lo mismo, todo el rato. «Al final tuve que mirar dentro de mí y decirme ‘¿Qué piensas de esto?, ¿estoy preparada para hacer esto? o ¿es que he dicho lo mismo durante tantos años que es lo que la gente espera de mi?'».
«Siento que fui preparada en mis entrevistas para ser una ‘todo-por-América’ o algo así», explicó Miley a la presentadora. «Me acabo de dar cuenta de que digo las mismas cosas que cuando tenía 12 años. Supongo que me he dado cuenta que toda mi vida no tiene que estar al servicio de la prensa. No tengo que sonreír todo el rato y tener siempre una respuesta perfecta», señaló la joven.
Una canción marcó un antes y un después en su carrera
La actriz marca el momento de su single ‘Can`t be Tamed’ (‘No puedo ser domesticada’) como un punto de inflexión en el que se convirtió en estrella madura y no la eterna ‘Hannah Montana’. Pero recuerda como el público incluso se asustó al verla tan diferente.
Por otro lado, Cyrus reflexiona sobre el sexismo social, sobre todo a raíz de la mencionada canción. «La sociedad quiere que la mujer sea sexy, pero a su manera». Así que Miley alardea de su seguridad: «Esto es lo que soy y no lo vas a cambiar».
Cyrus propone a las jóvenes que no se dejen llevar por lo que dicen los demás, ni por los estándares sexuales de la sociedad. «Tu valor no se basa en el sexo, tu valor se basa en cómo te sientes contigo misma», sentenció.