El cadaver de un guardia civil aparece en el monte, decapitado y con los pies arrancados de cuajo. El alto mando del cuerpo le encarga la investigación del caso al Cabo Elías, un «infeliz» cuya capacidad intelectual no parece estar a la altura del crimen. Lo que ni Elías ni sus superiores saben es que el caso le llevará a descubrir parte de su pasado relacionado con la misteriosa muerte de su propio padre.